Piratas somalíes. La otra cara de la moneda




Es tiempo el que tengo en reserva el vídeo que encabeza este escrito, pero unas veces por abandono y últimamente con la captura del Alakrana por los piratas somalíes, lo he ido dejando; no estaban los ánimos como para verlo imparcialmente.
Bajo ningún concepto quiero darles la razón a estos desgraciados, último eslabón de unos mafiosos de guante blanco que nada tienen que ver con África.
Ya hace tiempo que escribí la forma en que esquilmábamos los océanos y de lo poco que de ello se habla. No voy a repetirme. Este video puede servir de complemento.
También puedes leer aquí otra versión sobre la piratería en Somalia.

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Serpiente coral. Visitas poco recomendables


La serpiente de coral centroamericana (Micrurus nigrocinctus) es una especie de serpiente de la familia Elapidae; es crepuscular y nocturna, se alimenta principalmente de serpientes pequeñas, anfibios y peces. Es altamente venenosa.

Me llama mi amigo Javier. Sabe de mi afición de fotografiar todo lo que me llama la atención y me dice que tiene una serpiente coral en su casa. No termino de creérmelo aunque le digo que no tardo en llegar.
Que haya escuchado casos de mordeduras (a la madre de Norberto), no hace que dejes de pensar que estarán en pleno bosque y al igual que cualquier tipo de bicho salvaje huye de los humanos.
Al verla tan cerca, sientes respeto. La casa de Javier esta muy cerca de la mía, por lo que el próximo en tener la visita de una puedo ser yo, y mas teniendo la experiencia de que de otras especies son muchas las que me han visitado.
La coral es preciosa.
También es verdad que desde que la gata ha tomado posesión de esta morada, no he visto ninguna. Espero que las ahuyente.
Tengo que reconocer que las serpientes siempre me han fascinado y jamás he matado ninguna, pero que sean venenosas ya no me seduce tanto.

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Cadena alimenticia y el peine del río Pánica (que no de Chillida)


No es mucho lo que pienso escribir. A pesar de que mi medico de “losojos”, me dijo que los tenia perfectamente, la verdad sea dicha, cuando paso algún tiempo delante de la computadora, y a pesar de haberla puesto en 800 por 600 píxeles, me duelen, razón por la que procuro pasar el mínimo tiempo delante de ella.
Ayer cuando mi amigo Javier, venia de su venta de abalorios en el hotel, me dijo que junto a la desembocadura del Pánica, había un lagarto (cocodrilo) muerto. Ya había entrado la oscuridad por lo que deje para hoy el ir a verlo.
Los carroñeros hacen un trabajo rápido puesto que hoy ya le faltaba la cabeza y la cola. Al acercarme a él lo rodeaban los zopilotes, por lo que antes de que se fueran empecé a tomarle fotos a cierta distancia. El hambre debía ser mucha, en especial de uno de ellos, puesto que ya me encontraba a un par de metros de distancia y el seguía con su festín.



Con posterioridad me han dicho que unos escardan la lana y otros se llevan la fama, puesto que los que creo que de verdad hacen el trabajo de limpieza durante la noche son los pizotes (Alimentación: Pequeños vertebrados, frutas, carroña, insectos y huevos). La verdad es que no esperaba esto de un animal tan precioso.


Causa de la muerte del lagarto: Un personaje con su escuadra lo cosió a balazos.
A ojo de buen cubero, el diámetro del cocodrilo para nada era inferior a 60 cm.
A la vuelta fotografío unos hermosos palos, en este caso peinados por el río. Quizás en las imágenes no se vea como algo especial, pero en el lugar y desde diferentes ángulos, y con mucha imaginación, forman figuras preciosas. Me pregunto si Chillida no se inspiraría en algo similar para su Peine del Viento.



Valor tiene mi amigo Javier al atravesar todos lo días este río (ida y vuelta).

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Más crónicas de Bahía Ballena. Pesca del camarón, huevas de dorado y el upe tico


Vuelvo a estar unos días sin acercarme por la computadora. No exactamente. Por aquí se ha corrido la voz de que con ellas hago milagros (para ellos, los habitantes de esta zona, los hago) y me están saliendo demasiados clientes, y la ultima ha sido la nieta de Betty, que me dice que la suya tiene un virus y que no le va, así que el por qué no me acercarme a su casa para ponérsela en orden. Me llego por allí y aquello no es un virus, es un laboratorio de esos que se encargan de hacer los de la fiebre porcina, aviar y demás bichitos (así los definió un ministro español) tan en boga. Veo que allí no puedo hacer nada, así que me la traigo, pensando en meterle un antivirus y actualizárselo, pero no acepta mi modem, así que termino por renovárselo cambiando los archivos dat del mío.
Leer el resto y ver algunas imágenesNo es para lo único que reclaman mis conocimientos de computadora e internet. Nelson ha estado dos veces a que le busque nombres de mujeres; la suya esta a punto de parir y están buscando uno original. La primera vez le imprimí un listado de un par de folios y la segunda suponiendo que la elección era complicada, al menos diez.


No acaba aquí la cosa. Williams, quiere que me meta en su cuenta de un banco de Estados Unidos porque dice que no sabe lo que esta pasando con su dinero que cada vez le ingresan menos. Lo convenzo de que si no tiene clave y demás no hay forma, pero eso no quita para que me pida un rojo (mil colones, o lo que es lo mismo 1,2 euros). Si no me lo saca no es feliz. Ayer fueron dos y el final es que acabo borracho perdido, durmiendo en la playa. Cuando esta bien bebido tira de tarjeta y al otro día no se acuerda, por lo que cuando va a pagar su alojamiento, él, lo único que sabe es que no tiene fondos para costearlo.
Hablando de los rojos que me ha pedido y que me ha prometido que me los devolverá. Tres son las mentiras del tico (son ellos las que las dicen, no se si orgullosos o riéndose de ellos mismos). Préstame dinero que mañana te lo devolveré, la puntita nada mas, y esta es el sarpe (ultima copa).


A Joan, aparte de haberlo dejado la mujer, también ha perdido el trabajo que tenía en la cooperativa. No se ha amilanado; una especie de fresquera (como las de llevar a la playa) en la parte trasera de su moto y a vender ceviche. Persona que ve andando o sentada para la moto y le ofrece su producto. Estaba promocionándolo en la puerta del Súper. Siempre me dije que la crisis no afectaría al personal en este país. Me admira la capacidad de supervivencia que tienen. Su imaginación para buscarse la vida es infinita.
Para los que no sepan lo que es el ceviche: En Costa Rica el plato incluye pescado marinado en , jugo de limón, sal, pimienta negra, cebollas finamente picadas, culantro y chiles finamente picados, ajo finamente picado. Se acostumbra servirlo en un plato con una hoja de lechuga o solo y galletas soda en el lado, como en México. Los condimentos populares son salsa de tomate y mayonesa o tabasco. El pescado típicamente es corvina, aunque el mahi-mahi o dorado, el tiburón, el marlin y la tilapia son populares. Así como los preparados de pulpo, ostras, mejillones, camarones o chuchecas entre otros mariscos, o la mezcla de todos los mariscos mencionados más camarones al cual se le llama vuelve a la vida.
Y ya que hablo de la venta ambulante, siempre, desde que estoy en este lugar, han pasado vendiendo sus productos, pero ahora es una verdadera invasión (supongo habrá llegado la crisis). Pasan con sus carros, normalmente un pick up, anunciando la mercancía por los parlantes y llamando la atención con una sirena tipo policía, pero no acaba aquí la promoción; varios de ellos no dejan de vocear al par del vehiculo, los mismos y sus precios, y no contentos, uno de ellos puerta por puerta pega un bocinazo de upe, forma que tienen de hacer salir a alguno de sus habitantes (algo así como ¡Ah de la casa!). Han sido muchas veces las que he preguntado de donde viene esta expresión y nadie ha sabido contestarme por lo que me he entretenido en averiguarlo.
La palabra “upe” proviene de emigrantes mexicanos que llegaron a Costa Rica a mediados del siglo XVIII. La virgen de los mexicanos es la de Guadalupe y se identificaban al encontrarse con sus coterráneos con ¡LUPE!.... pasando el tiempo esta expresión se extendió y quedo en upe…
Antes de irse a España a ver a su hija y de camino actualizar la visa, la canadiense había entablado amistad conmigo y después de su vuelta, la continua. Intercambiamos libros. Es cojonudo, que esta mujer sabe cuatro idiomas a nivel de lectura y si embargo aquí sobrevive de dar masajes en los hoteles. Me dice que va a dejar al negro (su compañero tico), porque ella ha intentado hacerlo mas responsable, pero que no hay forma. En eso le llevo ventaja: No fue mucho el tiempo que tarde en darme cuenta que lo peor que le puedes hacer a un tico es intentar hacerle ver que su forma de ver la vida no es la correcta.
En lo referente a separaciones. Leroy me dice que también se separó de la mujer.
Estaba solo viendo el atardecer y llega con su moto. Le pregunto:
¿Cómo es que no estas viendo el futbol? (Jugaba Costa rica en Uruguay)
Es que me espera mi novia
Vamos a ver, LeRoy, hace cuatro días que te separaste
Si, y al otro día ya tenia a mi novia. Una vieja; tiene sobre treinta años (aproximadamente será su edad)
Lo de separaciones y lo de los arrejuntamientos también se escapa a mis entendederas. Son muchas/os los que he visto por aquí. Tampoco veo que sea un trauma para los niños/as al menos de cierta edad.
Hacia tiempo que no pasaba tan asiduamente el carro de la policía. Los primeros días lo hacían con un solo foco (faro) funcionándole. Ya le funcionan los dos, pero ahora han dejado de hacerlo los pilotos de posición traseros. Si me creo al personal, esto lo hacen para pedirle a la gente para su reparación, ganándose algún dinero extra. Cierto o no, si es verdad que un día leí que la mitad de la flota de los vehículos de la policía de Puntarenas estaba fuera de servicio por falta de medios para su reparación. Siendo la causa la que fuere, mi gran pregunta es: ¿con qué moral pueden estos agentes decirles a alguien que están incumpliendo las leyes cuando ellos lo van haciendo?


Ya hace que amontonaron en la playa los palos que trae el río. Alguien dijo prendamos uno. Bonita fogata en medio de la oscuridad de la noche. Pensé en una buena sardinada pero por aquí ese bicho solo lo utilizan para carnada.



En el muelle veo llega una buena pesquera de dorado. Uno con un cuchillo le pega dos cortes, otro los arrastra hacia si, le mete las manos y los destripa, pero lo que me llama la atención es que nadie se entretiene en coger las huevas. Conozco al destripador y le digo que me de algunas. Aunque le hago perder un poco de su tiempo, lo hace.
Siempre he sido un negado para la cocina. Busco en internet su preparación. Diez minutos en agua en ebullición con unas cucharadas de vinagre para que no revienten y ya al acompañamiento no llego, pero puedo asegurar que con un chorreón de aceite de oliva [tuve que ir a comprarlo (por aquí es un lujo)] y un poco de sal y estaban riquísimas. Se lo digo a Verónica y contestación: ¡Que asco!



Ha llegado el camarón. Es por estas fechas cuando suele hacerlo. Con este son dos los años que he presenciado su llegada. Ya el año pasado estaban extrañados del poco que había venido, y este tampoco ha sido bueno. La causa no creo que sea el tipo de captura; mas artesanal no puede ser. Me hablan que cogían sacos y sacos y que al meter las piernas en el agua parecía estuvieras en agua hirviendo, tal era la cantidad que chocaban contra ellas. También del peligro de ser pinchado por una ralla, las cuales también acuden al festín.


La gata ha tomado posesión de la casa y acabara comiendo whiskas.

Al volver a conectar mi computadora veo varios mensajes. Uno me ha hecho muy feliz. Espero no equivocarme.

Continuaré.

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Cuándo se acaba una etapa de tu vida, cierra capítulos

Mirando al pasado de Maritza Bernal

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Sí insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto.
Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que van clausurandose.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué.
Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse.
¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.
Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.
El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan.
Suelta el resentimiento, lo único que consigue es dañarte mentalmente, envenenarte y amargarte.
La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción.
¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.
Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.
Es un proceso de ap¡El pasado ya pa´sórender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.
¡El pasado ya pasó!.
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Problemas de residencia y cuasi pleito del More con Alvarito

Me desayuno con un correo de Steven, contestación a un par de ellos que le había mandado interesándome por la tramitación de mi residencia, en el que me daba no muy buenas noticias. Leyéndolo estaba cuando gmail me avisa de que tengo otro. También era de él y en este me dice que me ponga en contacto cuanto antes. Dejo este aparato y me acerco al teléfono. No podía ser menos, no funciona. Si has pensado bien, ¿y como tenia internet? No es la primera vez que me ocurre, y viceversa, que tengo teléfono y no tengo conexión a internet.
No me parecía bonito ir en bañador, así que me pongo pantalones y camiseta y me voy a buscar a mi amiga (…) (no le gusta verse reflejada en el blog).
Hablo con Steven y me da detalles de que Fernando, retiró documentos míos para llevarlos al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, pero que no los ha devuelto. También les faltan mis huellas dactilares y el ingreso en el Banco de Costa Rica de cierta cantidad de dinero.
¡Vamos a ver!.. ¿No será, como me dijo Fernando, que abrieron otro expediente y no es el que tu estas viendo?
No, porque en este, aparece su nombre y el poder que tu le hiciste.
Llamada a Fernando, aunque sabia de su inutilidad. Hace más de un mes que lo intento y no consigo hablar con él. (…) hace varias llamadas y consigue el teléfono de su oficina y sabemos que por ella va de tres a cinco de la tarde.
Curioso personaje este Fernando. Era funcionario en Migración, pero ve que los que ganan dinero, no son ellos, sino los que arreglan documentos en especial a los gringos, por lo que decide dejarlo y pasarse al otro bando. Conoce el funcionamiento interior de Migración y los recovecos del otro lado [sobornos y demás (corrupción)]. Si necesita un poder, el se busca un abogado, le paga su mordida, pero el que ejerce como tal es él.
Me vuelvo.
Otra vez a través de internet le pido a (…) que me haga un reporte (aviso de avería) a la compañía telefónica. Lo hace y me dice que no tardaran en venir. No me muevo de aquí a sabiendas de lo que ocurrirá. No han venido.
Ni he podido llamar a Fernando, ni me han arreglado el teléfono. Por mucho que yo mismo me diga que ya soy tico, sigo desesperándome con su forma de ver el mundo. Su pura vida, aun no circula por mis venas.
Me voy a la playa con la esperanza, de dejar atrás mi cabreo y cargarme de energías. Mi mesa libre y en la de al lado, estaban Giovani o Giovanni, que de los dos hay, acompañado de su mujer como no podía ser menos (se apoyan uno con otra cuando van bien bebidos), Alvarito y Cartago. Aparece en su bicicleta el Negro [así le llama todo el mudo y la explicación es bien sencilla, es negro (su nombre es Jorge)] y se mete con Giovani/Giovanni. En su defensa sale Alvarito y pronto se le une Cartago.
Después de las frases que escuchaba creí que la cosa no acabaría bien:
Si busca hombres aquí hay hombres
Si quiere pelear conmigo, no le tengo miedo
Me lo reviento con cualquiera
Usted no es mi amistad y toda esa mierda
A nadie le tengo miedo yo
Si usted quiere machete, machete
Ni que decir tiene que bien al principio o al final de cada frase, el mae no faltaba.
Alvarito es el que mas grita. También el más borracho.
El negro, se iba y volvía.
La cosa se diluye entre los efluvios alcohólicos, y de los otros, y la cosa queda en nada.
Está visto que hoy no ha sido mi día.

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Los viajes que nunca hice. A una isla del pacifico y al extremo oriental de Asia


La verdad sea dicha, para la playa iba contento. Acababa de poner un correo a mi banco de España en el que le venia a decir que me estafaban cien euros mensuales. No me había sido fácil detectar el por qué.
Perrillo, que me lo encuentro por el camino, y grandes fiestas al ver que conmigo podía pasar el territorio de otros de su especie sin que le atacaran. El quiere el paseo, retozar en la arena, pero cuando considera que ya se aburre, no para de morderme la pierna derecha (curiosamente al igual que la gata) indicándome que ya ha transcurrido el tiempo normal al que lo tengo acostumbrado. No tenia prisa, estaba en la gloria. Precioso atardecer y una brisa demasiado agradable. Creo que el domingo es la luna llena y posiblemente me este cargando de energía. ¡Oh dios!, que país este, que aún adoran a la luna.
No suelen venir mucho por la playa, pero hoy estaban Fabio y Biqui y aunque no se si lo he dicho antes, que para mi es el matrimonio perfecto, lo siento, pero vuelvo a repetirlo. La sonrisa y amabilidad de Biqui, y el saber estar de Fabio (ha sido profesor universitario), hace que, con ellos, la estancia en la bahía se haga corta.
No se por qué causa, hablábamos de la desventaja de ser propietario de una casa, habiendo, como hay por ahora, buenas oportunidades para tenerla, por la sencilla razón de que te amarra al lugar donde la compres, o dicho de otro modo, es una forma de ponerle puertas a tu libertad. Biqui me contaba que aun sigue con la esperanza de que cuando acabe de pagar las trampas (todo el mundo las tiene y yo ni siquiera eso) comprarse una caravana y dedicarse a recorrer Costa Rica en ella (le he criticado el que su limite sean las fronteras).
Se fueron, y sentado estaba sobre el banco de piedra, con las piernas cruzadas y mirando a las diferentes tonalidades que van tomando las nubes mientras el sol las ilumina con sus últimos rayos, pero no dejaba de pensar en la caravana. Ese mismo sueño lo tuve yo, pero fue como ultimo recurso a otro anterior.
Lo de perro verde no es por casualidad, ya de joven pensaba que el mundo que me rodeaba no era el mío y en mi cabeza se fue fraguando la forma de abandonarlo. Vender mis pertenencias (es mucho dinero el que, en aquel entonces, ganaba como Marino Mercante) y comprarme un velero. Poco a poco fui limando hasta el último detalle. Sospechaba que nadie querría acompañarme en semejante aventura, por lo que el velero debía ser de doce metros, el ideal para un navegante solitario. Tampoco me consideraba lo suficientemente preparado como para pasar el Estrecho de Magallanes (no es fácil ni para los mas expertos) por lo que me veía pasando al Pacifico a través del estrecho de Panamá.
Por qué el Pacifico: sabia perfectamente que en la Polinesia no solo había, sino que aun sigue habiendo islas que no han sido pisadas por la gente civilizada, pero al igual que con el paso del Estrecho de Magallanes, aquí también sabia de mis limitaciones, y mi intención no era precisamente irme a una isla de salvajes (¿salvajes?) y mucho menos a una isla desierta; si tenia claro que tenia que ser una fuera de las rutas marítimas.
Una vez encontrada, sin prisa pero sin pausa, y disfrutando de las singladuras entre una y otra, tenia planeado el ultimo detalle. Desconfiaba que al tiempo de estar allí me diera la chochera por volver al mundo que no quería, por lo que desde el primer día, al hacer las provisiones, las cuales tenia muy bien estudiadas, con ellas iría un deposito de gasolina cuyo fin ultimo, seria rociar al velero y prenderle fuego.
No ha sido una sola tarde, la que me he dicho que la parte mas difícil, atravesar el atlántico y el canal de Panamá, ya lo tengo hecho, por qué no continuar viaje, pero fue cuando apareció por aquí en su velero, Jean François, canadiense él, y me dijo que ese tipo de veleros en el mercado de segunda mano gringo, lo encontraría por cinco mil dólares, cuando volví a planteármelo en serio.
¿Quién sabe?
Pero qué relación tiene esto con la autocaravana de Biqui. Fue pasando el tiempo y cada vez veía más difícil que mi viaje se llevara a cabo. ¿Qué me amarraba? Los hijos (A mi ex le tenia dicho que ella tenia que tomar la decisión de acompañarme o no).
Mi imaginación no tiene límites, y viendo que este viaje jamás lo llevaría a cabo, el por qué no planificar otro que fuera posible. Lo fui postergando para cuando me jubilaran. Me compraría una caravana, y con un dinero ahorrado, emprendería viaje sin una ruta fija pero con rumbo hacia Asia. Haría noche donde se me apeteciera y estaría el tiempo que considerase oportuno en el lugar que me gustara, bien por su naturaleza o por sus gentes, incluso en alguno de ellos podía estar el fin de mi camino, y en caso de que no lo encontrara, al llegar lo mas cerca posible del Estrecho de Bering, abandonar o regalar la caravana, coger el primer avión, y vuelta al principio.
Soñando con mis nunca empezados/acabados viajes venia, cuando veo a Javier en su puerta acompañado de una preciosa muchacha. Esta esperaba el autobús, aunque faltaba bastante para que pasara. Es rara la noche, que cuando vengo de vuelta, no me pare con él, como yo digo, a fumarme el último cigarro, así que esta noche, con bastante más razón, el por qué no iba a hacerlo. Javier se mosquea (lo conozco muy bien) porque la conversación se reduce a dos, ella y yo. Ha estado casada (nunca comprenderé a este país en el aspecto de separaciones para mi incomprensibles), tiene un hijo y vive con sus padres. O venia muy feliz y todo lo veía color de rosa, o me ha parecido que hemos tenido cierta química (¿es así como se dice?). Maldito coche que no me arranca, por lo que no he podido llevarla.
¿Y si es la lagarta? ¿Y por qué no?

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Prosperidad humana sin precedentes. El mundo mas feliz del universo


El progreso experimentado en todas las áreas importantes de la actividad humana ha sido fantástico. Nunca hemos vivido tanto como ahora (la esperanza de vida es el doble que hace cien años) y las mejoras han sido más pronunciadas en los países en desarrollo. La mortalidad infantil ha descendido drásticamente. En 1950, uno de cada cinco niños moría en los países en desarrollo, mientras que ahora solo muere uno de cada dieciocho (la misma proporción que presentaban hace cincuenta años los países en desarrollo). Somos más altos, más saludables y sufrimos menos infecciones. Ahora somos muchos mas y no porque hayamos empezado a reproducirnos como conejos, sino porque hemos dejado de morirnos como moscas.
También tenemos más comida que llevarnos a la boca. La proporción de personas hambrientas en todo el mundo ha descendido desde el 35 por cien de 1970 al 18 por cien actual, y se espera que esa cifra baje a un 12 por cien en el año 2010. Más de 2000 millones de personas tienen ahora suficiente comida, y la ingesta de calorías en los países en desarrollo se ha incrementado en un 38 por ciento.
Los ingresos, tanto en los países industrializados como en el mundo en desarrollo, se ha triplicado en los últimos cincuenta años, al tiempo que se han reducido los casos de pobreza. La distribución entre el mundo rico y el mundo pobre ha descendido ligeramente, y se espera que disminuya mucho más durante este siglo.
Ahora también disfrutamos de muchos más artículos de consumo que facilitan y mejoran nuestras vidas. La gente de los países desarrollados tiene frigoríficos, mejores casas, coches, teléfonos, ordenadores y videos. Los países en desarrollo también han mejorado sus bienes de consumo, pero mucho más importante es que cada vez mas gente dispone de acceso al agua potable, al saneamiento, a la energía y a las infraestructuras.
Ahora trabajamos la mitad de horas que hace ciento veinte años, y como además vivimos mas tiempo, tenemos mas del doble de tiempo para disfrutar.
La tasa de asesinatos ha descendido enormemente. Aunque se ha compensado por un incremento en la tasa de suicidios. También hay menos accidentes mortales que hace años.
Por termino medio ahora estamos mejor educados, y los países en desarrollo están alcanzando a los países industrializados en cuestiones de educación. El número de alumnos que reciben educación universitaria en los países en desarrollo se ha multiplicado por cinco.
En definitiva, un maravilloso e increíble progreso.

Es copia literal de la conclusión que hace Bjørn Lomborg a la parte segunda, El bienestar Humano, de su libro El ecologista escéptico (puedes leer un extracto bastante completo en Wikipedia).

Tengo que reconocer que en muchos aspectos lleva razón, han sido muchos los agoreros que han hablado del final del petróleo [desde que tengo uso de razón, siempre he escuchado demasiados pronósticos de que su fin seria en veinte años (ni siquiera, hasta donde yo he leído, menciona la curva de Hubbert) (lastima también que Gabriel Tobar, haya dejado de escribir en su blog)], del final de los alimentos (desde Malthus, han sido muchos los que también lo han predicho), de la esquilmación de los océanos, de la deforestación y de tantas otras catástrofes. Por cierto, el bombardeo con el que nos agobiaban los medios de comunicación sobre el agujero en la capa de ozono, ha desaparecido.
Él se basa en que la mayoría de los estudios se han hecho partiendo de uno preliminar, que todo el mundo ha dado por cierto sin investigar lo suficiente su veracidad, pero la verdad es que el también aburre al mas santo con tanto grafico (hechos por sus alumnos)
No es un libro de una sola lectura (en mi caso, de cada uno de los temas, procuro profundizar buscando el máximo de información), por lo que gracias a mi amiga casualidad, tengo donde ocupar las horas muertas durante bastante tiempo.
También es verdad, que nuestras percepciones sobre lo que ocurre en este mundo son muy limitadas, pero a mi nadie me podrá hacer cambiar sobre la vida que yo vi en una zona muy concreta del Mediterráneo y como se extinguió. Ni a los habitantes del pueblo que me encuentro, cuando hace pocos años junto al arbolito, cogían en un rato un saco de cambutes y ahora no se ve ni señal de ellas.
La tasa de asesinatos ha descendido enormemente. Aunque se ha "compensado" por un incremento en la tasa de suicidios. Al menos algo no va tan bien como este nos lo pinta. De la ingente cantidad de gráficos que pone en su libro, no hay ninguno que refleje la subida (¿exponencial?) de la depresión.
Algún día rebatiré alguno de los razonamientos de este libro. En mi mundo las prisas no existen.

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Cadena trófica. El pez grande (gata) se come al pequeño (iguana)

Hay dos lecciones que he tenido que aprender desde que llegue a este país. La primera, bajo ningún concepto hacer un préstamo. Con una rapidez pasmosa te conviertes en el Banco de Costa Rica o Banco Nacional de ídem.
La segunda es no acariciar a ningún animal domestico. Empecé a hacerlo con dos perros que me salían al encuentro en mis paseos hacia la playa, y en especial a uno lo he tenido colgado hasta hace bien poco. Es un perro callejero nato y a persona extraña (especialmente si es gringa) que pasa por su puerta (que ha sido bastante tiempo la mía) le hace sus fiestas y lo acompaña durante un tiempo esperando algo mas.
También sin saber como, una pequeña gata blanca, se me hizo inquilina, hasta que desapareció.
Hace un par de días me apareció otra, y aun sabiéndolo, se me ocurrió acariciarla y me perdí. Si me muevo, anda detrás de mi enredándoseme entre las piernas e incluso me muerde el dedo gordo del pie derecho (siempre ando descalzo, hasta que un día me pique la segunda tarántula) con la única idea de que la sobe (le encanta sea con el pie).
Esta mañana leía y ella dormía, o simulaba hacerlo, junto a mí. Visto y no visto, aparece con una iguana en la boca (la pobre se hacia la muerta), tenia la cámara junto a mi, foto e intento hacer de dios (frase plagiada a mi amiga casualidad) quitándosela de la boca. Muy por conseguir mis caricias, pero en lo que respecta a su alimentación, sigue aquello de no hay padres para hijos ni hijos para padres. Me miró con cara de mala hostia y desapareció entre las plantas del jardín. Supongo el final de la pobre iguana.
Esta tarde seguía leyendo [Todo el día sin fluido eléctrico y el carro arranca cuando le da la gana (Mal contacto pero no doy con él)]. La gata durmiendo, pero observo no solo su despertar, sino su rápida carrera a mas de cinco metros de distancia, se agazapa, salto y sale con un garrobillo en la boca. Juego del gato y el ratón, y esta vez no quise hacer de dios.
Cuando comí a medio día le eche mis sobras y me miro con cara de desprecio. ¡Arroz y frijoles teniendo a mi alcance ricos manjares! Supongo pensaría.
Cadena alimentaria. La pequeña gata blanca, según me dijeron, fue pasto de los zopilotes.

¿Y tu qué?.. ¿whiskas o iguana?

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El mundo en el que vivo. Un poco de todo


Cuando me pongo delante de la computadora para escribir sobre un tema concreto, es tal la cantidad de ideas que me afloran a la cabeza (no se si esto es bueno o malo), que me obnubilan la original, y termino diciendo que otro día decidiré sobre cual de ellas lo hago. Hoy me he dicho, y el por qué no una breve reseña de cada una de ellas conforme se me vayan encendiendo las lucecitas y así me ahorro profundizar y buscar información, con lo que evito que la cabeza me eche humo.
Probaré.
Y aquí estoy.
Primera lucecita, y para nada es con lo que quería comenzar: Cada vez soy más pasota, e inmediatamente me pregunto, ¿siguen existiendo los pasotas? En mis tiempos eran unos tipos muy especiales. Toda una filosofía de vida. Consulto y lo hago directamente en (la RAE, va mas atrasada en lo que respecta al idioma que la tecnología iraní para fabricar bombas atómicas con las que cargarse a Israel). Entresaco: individuos que se situaban… lo que me indica que debe estar desfasada. No se si por influencia de la forma de ser tica [nunca tienen prisa por nada, la crisis para ellos no existe, el que no llueva y no haya pasto para el ganado o que el colon este bajando en picado con respecto al dólar, se las trae floja (¿será una grosería?)] o porque voy encontrando mi mundo, cada vez estoy mas al margen del orden social establecido. Seria para escribir otra entrada el relacionar las causas por lo que me considero tal, pero lo dicho, que mis neuronas descansen.
Y va de bichos. Mi pobre barriga (la imagen que encabeza este escrito es de ella) está con unos burujones como hace tiempo no los tenía en todo el cuerpo. Que se debían a la picadura de un insecto, lo daba por hecho. Quizás influenciado por otros/as, había llegado a pensar en que eran producidos por una pulga, a la que situaba en mi cama, pero algo no me cuadraba: ¿El por que el dichoso animalito, salía de su escondrijo del colchón, y seleccionaba precisamente la barriga? ¿El por qué esta parte del cuerpo era tan apetecible para ella? Rotundamente no, como siempre culpamos a los/as mas inocentes; son unas cabronas hormigas, de bastante menos de un milímetro y de color rojo que andan por el fregadero de la cocina y que pican como condenadas. Para mi deben de tener el veneno mas poderoso que exista por la proporción tamaño/efecto. Siempre ando en bañador y justo a esa altura apoyo mi desgraciada barriga cuando de fregar platos se trata.
Los libros. Varias veces he comentado lo difícil que es por aquí encontrarlos. En cada envío que me hacen de España, me mandan uno, por lo que ya tengo una pequeña biblioteca. Las otras tardes, sentado en mi mesa de la playa estaba, cuando se me acerca Helena (hasta ahora nunca lo había hecho y puede que sea por miedo o similar a su compañero tico), canadiense ella, habla y lee tres idiomas, ha vivido algún tiempo en España, concretamente en Ibiza. Hablamos de lo divino y de lo humano y termina pidiéndome un libro. Pensaba que ni se acordaría, pero a la mañana siguiente aquí estaba. Se lo presté y nada más.
Curiosamente, después de un tiempo, también me aparece Carlos. Otra vez esta con él su amiga gringa. Kelda, es lo más parecido a las hippies de mi tiempo. Kelda me gusta. También estuvo viviendo en Granada (España) y para más señas en las cuevas del Sacromonte. Conozco muy bien los/as que las habitaban por aquellas fechas. En un momento en el que manteníamos una conversación, aparte del grupo, me dijo que vendría a por otro libro. De Kelda me extraña, puesto que apenas habla español.
De los nativos a los foráneos.
He visto por ahí como a mi presidente se le hacia el culo agua por salir en la foto con Obama. Esta vez si lo ha conseguido. Este señor, fue el que no se puso de pie cuando, en un desfile, pasaba la bandera de las barras y las estrellas (fué muy hombre). ¡Hipócrita!


o Obama, antes de salir en la foto le hubiera exigido, eso si, fuera de cámaras, que hubiera pedido perdón de rodillas (las banderas, en las cuales no creo, representan a todos los habitantes de un país y no a sus gobernantes).
También, coincidencia, en estos días circula por internet el mapa de los países mas corruptos.


Este mapa ha sido editado por Transparency International
Lo acompaño de este otro sobre el hambre,


Haber coincidencias haylas.
Como he dicho el mapa circula mucho, pero no tanto un grafico en el que se ve el grado de corrupción de funcionarios, parlamento, empresas, partidos políticos, poder judicial y medios de comunicación. 
Antes de mirarlo adivina quienes son los mas corruptos.
Has acertado.


España va bien. Brotes verdes. Saldremos a la par de otros. De punta se ponen los pelos después de leer esto (en español y en ingles). ¿A quien coño engañan? ¿Es España un país de retrasados mentales? ¿Aun siguen creyendo en los políticos?

Cambio un poco. Diego ha vuelto. Después de recorrerse medio país, ha vuelto con una bicicleta y un machete amarrado al cuadro de la misma. Durante dos días le he estado sacando sus aventuras. Parece que encontró trabajo en Cóbano. Si algún día me decido a escribir un libro será sobre él.
Cambio un poco. Diego ha vuelto. Después de recorrerse medio país, ha vuelto con una bicicleta y un machete amarrado al cuadro de la misma. Durante dos días le he estado sacando sus aventuras. Parece que encontró trabajo en Cóbano. Si algún día me decido a escribir un libro será sobre él.
Seguiría hablando de un par de brujas españolas, de la provincia de Granada y para ser más concreto de un pueblo llamado Motril. Les dedicare capitulo aparte, porque entre otras cosas a esta hora el estomago, ese que anda tan cerca de las picaduras de las dichosas hormigas, me esta reclamando algo para cenar. Hablare del por qué se las representa con una escoba en semejante sitio.
No tengo remedio. Son muchas las lucecitas que dejo sin apagar, por ejemplo, ahora sé, que no se nada, después de ir por la pagina 60 de El ecologista escéptico [no te lo perdono amiga desconocida, y no es por el coste (entre libro y envío 74 €)].


Conseguí fotografiarla.
Compara con grano de azúcar

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Un año de estancia en Costa Rica. Reflexiones

Ha pasado un año de mi vida y se me ha hecho cortísimo. Por extrañas circunstancias de las rutas aéreas, sobrevolábamos un atolón de Venezuela, y cuando quise darme cuenta aterrizábamos en el Juan Santamaría. Lo primero que me sorprendió, es la bandera de costa rica en los edificios, pero en especial en los carros; pocos eran los que no la portaban. Banderas que estoy viendo estos últimos días en especial en Cóbano cuando hoy me acerque por allí a recoger por segunda vez la tarjeta de la nueva máquina fotográfica que me compré, después de haber pasado a mejor vida la que traía y que tanto cariño le tenía [A todos nos llega nuestra hora (frase lapidaria)]. Celebran su independencia por estas fechas.
En mi recuerdo, el día que fui a la agencia de viajes. Ni con mucho estaba seguro de haber pasado la depresión; fue un tirar hacia delante. También, ya aquí, como iban pasando los quince días que me había dado de plazo y no veía el sitio en el que asentarme, y ya por fin cuando lo encontré, el nudo en la garganta, cuando mi hijo se subía en el carro que habíamos alquilado, para coger el avión que lo llevaría de vuelta. Mi asiento, aunque pagado, iba vacío.

Me encontraba solo y no tenía muy claro si mi enfermedad había pasado, si el sitio era el adecuado, si soportaría la comida y una serie de dudas que me oprimían el cerebro. Por otra parte tenía claro que era mucho el tiempo que había planeado que esto ocurriera y por fin, estaba muy cerca de conseguirlo.
¿Qué veía en aquellos sueños que tanto me ayudaron a salir de aquella maldita enfermedad? Un lugar del mundo donde no existiera el invierno [el frío de siempre me ha acobardado, pero en los últimos años de encierro (Diario de un asceta), no es que me acobardara, es que me hacían pasar largas temporadas tirado en la cama como si una piltrafa fuera (que lo era)], unas aguas cristalinas, verde turquesa, en los que bucearía para contemplar los peces entre una vegetación mecida por las corrientes marinas (¡cuántas veces he forzado esta imagen, mientras yacía, para desplazar los pensamientos finalistas!), pero en especial encontrar otra gente que en nada se pareciera a la que atrás dejaba.
Un año. ¿Me arrepiento? De la primera ni duda, hice lo mejor. No solo no me arrepiento, sino que cada vez estoy más satisfecho, aunque no necesariamente sea este el lugar definitivo (he pensado mucho en la península de Osa y en Nicaragua).
Desde que llegué, el noventa por ciento del tiempo, lo paso en bañador (prenda muy poco utilizada por aquí), y en nada he exagerado puesto que ni para dormir me lo quito. Solo me pongo pantalones y camiseta (de mercadillo, aunque aquí es ropa usada que deben de dar los países “ricos” para los necesitados y que acaban en unas tiendas en grandes montones donde hay que entresacar lo que supones te está bien) cuando a Cóbano me desplazo o voy a dar un paseo por los alrededores. Todo el día descalzo, hasta conducir, así lo hago, y cuando algo me pongo, las típicas chanclas de playa.
La lluvia me encanta; el agua cae a una temperatura templada; qué más da, bañarse en la playa, en la ducha (no existe el agua caliente), en la piscina (soy de los pocos o puede que el único, por estos alrededores, que la tiene) o bajo la lluvia.
Se cumplió lo de dejar los fríos atrás.
Con respecto a la segunda, la imaginación trabaja más de lo que debiera y te lleva a lugares que nunca existieron. También es verdad que los medios de comunicación, en especial la televisión te lavan el cerebro, poniéndote imágenes, no de lo que es, sino de lo que quisieras que fuera. No, ni con mucho encontré lo que buscaba. Lo de las aguas transparentes, ni de coña. En un país donde llueve seis meses del año, con ríos y torrenteras por todas partes, con caudales que a veces impresionan y que, me imagino que como consecuencia de la deforestación, trae aguas de un rojo sangre, acompañada de grandes troncos, más bien árboles completos, difícilmente tendrá aguas transparentes; en la época seca hay que esperar a que decanten las aguas y como mucho dos meses en los que se puede bucear al menos en las costas. Con panga en cualquier época del año te puedes acercar a un arrecife coralino [de los pocos que quedan (en Curú, los están haciendo artificiales)]. Hay otra cosa que me tiene verdaderamente intrigado; la vida en la tierra primero fue vegetal, y sin ella no hubiera existido la animal, así que, cuando me pongo las gafas, lo primero que hago al acercarme a un roquedo, es buscar vegetación. No existe, al menos por estos alrededores. Un río que pasa por San José y que desemboca al otro lado del Golfo de Nicoya, puede ser la causa. Los contaminantes que arrastran son letales. Cuando los ticos quieran ponerle remedio, ya no lo habrá. ¡Ah!, lo de las aguas turquesas, nada de nada.
Puede que algún día me compre una panga. La cabrona Hacienda del país que deje atrás me ha metido un puyazo en toda regla y ahora no voy a intentar defenderme. Que le sirva a Zapatero al menos para su lápida (como político, por supuesto).
También es verdad que en mis sueños no aparecían ni la vegetación ni la vida animal de que disfruto. Son horas las que he pasado observando la gama de verdes que me rodean, o esas playas paradisíacas con la vegetación ganándole terreno a las olas. Tampoco salía de mi asombro cuando, justo encima de la casa en la que vivo, veía toda una manada de congos o en mis paseos, me cruzaba desde con una iguana, un zopilote, un garrobo o me visitaban una ardilla (son preciosas) o un serpiente [también lo son (mientras esto escribía, me ha visitado una)]. Lo de los lagartos (yacarés) es más difícil de ver.

Hablar de los atardeceres (algún día describiré los amaneceres, aunque por ahora no me seduce levantarme a las cuatro de la mañana) no voy a volver a hacerlo, son muchas las veces que en este mi diario las he mencionado he incluso he puesto un álbum al que le voy añadiendo imágenes, aunque no por ello dejaré de repetir que su contemplación me hace entrar en una abstracción difícil de describir. Me cargo de energía como diría mi amigo Javier.
La luna llena. Aquí para cualquier evento, se cuenta con la luna.
Y la tercera, la gente. En un país extraño y sin conocer un alma. Mis ideas eran claras, integrarme entre ellos en todos los aspectos, y empecé por la comida. Me busque una familia (aquí, no sabría describir la clase media. Los ricos son albañiles), que a medio día me trajera justo lo que ellos comieran; nada de extras. Cuando de nervios se trata a mi me atacan al estómago, y mentiría si dijera que en aquellos momentos no los tenía; pues bien, arroz y frijoles casi a diario, siempre acompañados de otros alimentos que desconocía por completo y cocinados con vete tu a saber que aceites o grasas, hacían que mis esfuerzos por comer fueran sobrehumanos. Betty debió darse cuenta puesto que un día, junto a la comida, me trajo un bebedizo de no sé qué hierbas cocidas para que se me abriera el apetito. Hoy en día me como todo lo que me trae e incluso me sabe bastante bien. También es verdad que a mí llegada, la correa estaba en el último taladro de la derecha y a día de hoy está en el último de la izquierda. Debí perder bastantes kilos, pero me desapareció aquella barriga que me somatizo la depresión y que ni con TAC, supieron decirme de que provenía.
Sigo con la gente. En mis paseos saludaba (me respondían con el ya famoso “pura vida” o con otras frases larguísimas ininteligibles para mi) a todas las personas con las que me cruzaba, pero donde verdaderamente empecé a relacionarme con ellos fue en las mesas de la playa. Tengo claro que para ellos era un bicho raro. ¿Quién sería este personaje? ¿De dónde vendría? Y más. Lo que si es cierto es que debo tener una cara de gringo que espanto puesto que todos los que por mi mesa se acercaban, se dirigían a mi chapurreando en inglés (todo el mundo lo chapurrea). El primero como no Javier, pero poco a poco, Hanzell, Edgar, Toro, Edwards, Perra flaca, Janey, Ángela, Leroy, Macedonio, Arturo, Luis, Mónica y tantos otros que la lista sería larguísima. De muchos he escrito por aquí. No solo he hecho amistad con ellos/as, sino que tengo la completa seguridad de que me han aceptado como a uno más de los suyos.
Amigos entre los pobres, los ricos, los pescadores, los dedicados al turismo, los drogadictos y los marginados, que también los hay.
Mención aparte, mi amiga Vanessa.
Las tertulias en las mesas de la playa, se fueron institutonacionalizando (sé que no está en el diccionario). Su falta de cultura es alarmante, es raro el que después de la escuela haya leído un libro (en realidad no encuentras una librería a cien kilómetros a la redonda). Siempre he intentado ponerme a su altura y más bien soy yo el que les pregunta, sea del tema que sea la conversación, pero poco a poco han detectado que en mi tienen un buen asesor, en caso de duda les digo que lo consultaré en internet, cosa que para ellos es como una cosa que han escuchado que existe pero que ni idea de que va.
Al principio y en especial cuando hablaban entre ellos, entre su musicalidad al hablar, y su jerga acompañada de muchas palabras gringas (yipisi por GPS), me era difícil entenderlos. También no deja de ser curioso que lo que tanto me atraía que era su musicalidad, ahora ni queriendo la noto.
¿Encontré la gente que buscaba? No, tampoco. Cada vez estoy más convencido que la gente que busco solo está en un mundo, al que desearía llegar, pero cada vez estoy más convencido de que no existe. ¿Los cambiaría por la gente que dejé? ¡Ni loco! Prefiero a mi Javier con toda su locura que aquella manada de gilipollas que recuerdo como amigos u compañeros (hay sus excepciones). Aquí por citar, se comparte, incluso el guaro. ¿Y la familia? Dicen que a los amigos se eligen, y que la familia te viene impuesta. Esto para mi es un gran error. Yo elijo a mi familia.
Hay dos personas, que en teoría son familia mía, una de ellas, trata de convencerse de que ha dado su vida por los demás y que muy pronto se verá más sola que la una y otra que la avaricia ha sido su enfermedad y que también percibirá como sus descendientes la devoraran. Que disfruten el tiempo que puedan de la abundancia y que les sirva para al menos ser algo más felices de lo que son.
Releo lo que hasta ahora llevo escrito y me doy cuenta de que esto no es ni con mucho lo que soñaba, así que me pregunto ¿volvería atrás? y ahora si que mi imaginación se niega a verme en aquel mundo. No sabría estar. Que haría yo paseando por aquellas calles, de edificios altísimos, que junto a una atmosfera irrespirable tapan el cielo, con escaparates con los últimos nike, con gente aferrada a sus celulares y con un ruido ensordecedor producido por los bemeuves. ¿A dónde me dirigiría? ¿Con quién charlaría? ¿Quizás con los que no tuvieron el detalle de hacerme una llamada, con ese celular, que no se despegan de la oreja [Érase un hombre a una nariz pegado (Quevedo lo predijo, solo que se equivocó de apéndice)], durante el largo periodo de mi enfermedad? ¡No por dios! Que me dejen a mi amigo el loco, o a Norberto, que está consiguiendo él solito salir de las drogas.
Un día escribí por aquí: No estoy amarrado a ninguna bandera, himno, religión, credo político ni sistema filosófico.
Mi moral no ha sido impuesta, tengo el convencimiento que ha salido de mí.
Nada me ata a ningún lugar del mundo. Sé que la frase está muy manida, para mí tiene total vigencia: Me considero ciudadano del mundo.
No me considero esclavo de eso inventos sibilinos como serian el celular/móvil, el despertador, la televisión, la computadora, y tantos otros que nos marcan el ritmo de nuestras vidas.
No tengo jefe que me tosa.
El tiempo es todo mío.
No voto (lo haré cuando haya democracia)
No tengo obligaciones impuestas; me las arbitro yo, y con respecto a los demás, me las marca mi propia moral. Mis derechos terminan donde comienzan los derechos del otro (Marthin Luther King), en donde sustituyo “mis derechos” por “mi libertad”.
Si lo que hago no perjudica a nada ni a nadie, está bien. Si beneficia a alguien o a mí mismo, mejor.
Y añadiré lo que tanto le ha gustado a mi amiga Bettina: Resolvamos los problemas en vez de apoyarlos sobre los demás, juntemos amor por nosotros mismos, de esa forma tendremos amor, de esa forma, teniendo amor, podremos darlo.
No seamos mendigos, sino millonarios de amor
.
Cada día, al despertar pienso que estoy comenzando una nueva vida.
No, no me imagino en aquel mundo.
Hay más cosas que me desesperaban de este país, como es su lentitud. Esta mañana estaba en Cóbano y sentado en una acera, estaba Jose. Esperaba. Esperaba unos trámites en el banco que no se resolverían hasta bastantes horas después. Me senté junto a él y al primero que paso por allí le dije nos sacara una foto, foto que yo había sacado tantas veces cuando veía a gente en la misma coyuntura, sin explicarme el por qué. Pensé que ella definiría como estoy y en qué circunstancias estoy al año de estar aquí.
Después de un año, aun no tengo mi residencia, tengo una “plantilla” en la que me dicen que entregué los documentos para la obtención de la misma. Me desesperaba el no obtenerla. ¿De verdad tengo que tener tanta prisa en que me la den? ¿Y si no me la dan? ¿No sería el pretexto perfecto para irme a Nicaragua? La tarjeta de la cámara fotográfica que encargué el mismo día que la compré y que me dijeron que esa misma tarde estaría y que a la semana aún no está, ¿de verdad me es tan necesaria? ¿Merece la pena irritarse por semejante cosa? ¿Lo del tiempo es oro es verdad? Y en caso de que así sea ¿para quién es el oro? Algo ha cambiado en mí. No sufriré más por esto.
¿Algo echare en falta de allí? Pienso. Pues claro que si, en especial unos personajillos con los que alguien, con la cabeza no en muy buenas condiciones, quiso hacerme daño. En su momento lo consiguió, pero no lo conseguirán más. Todo el daño ya está hecho.
Mi moto; mi vieja moto. Recuerdo perfectamente el ruido de su escape. Por aquí es muy raro ver motos de 600 c.c. Las de mayor potencia son de 200.
Mi casa. Mi piscina con el agua congelada.
Mis perros, Penca y Fideo (el muy cabrón como supo que lo adoptara).
Poco más. O quizás ni ese poco.
Echo en falta algo mas, aunque esta no necesariamente tenga que ser de allí ni de aquí, y es una compañera.
He tenido relaciones con ticas, pero no han cuajado y con la perspectiva del tiempo me alegro de que así haya ocurrido. Hay un gran salto cultural, religioso, y de costumbres entre ellas y yo, salto difícilmente salvable, por lo que no tengo claro que aquí la encuentre.
Mis esperanzas las tuve con una española (aun las tengo), pero por esas extrañas circunstancias de la vida, lo que podía haber tenido un final que yo imaginaba feliz, se fue deteriorando y a día de hoy sigo sin saber que pasará. Se tengo más posibilidades, pero confío en que ella abandone el pozo en el que se metió y vuelva al mundo real.

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Religiones en el mundo. Algunos datos sobre el numero de creyentes/no creyentes de las mayores religiones/no religiones del mundo


, según Wikipedia.


Cristianismo: 2.100.000.000
Islamismo: 1.500.000.000
Agnosticismo / ateísmo / no-teísmo / secular: 1.100.000.000
Hinduismo: 900.000.000


Vayamos a otra fuente de información, el , un instituto especializado en analizar las estadísticas religiosas, dio la noticia que muestra el cambio de escenario de la católica. Los fieles del Islam habrían crecido rápidamente en los últimos años y serían 1.322 millones, mientras que los católicos en los cinco continentes habrían descendido al segundo lugar, pues cuentan con 1.115 millones.
El Vaticano afirma que es difícil establecer quién es budista y quién musulmán porque "falta cualquier tipo de registro". Para convertirse al Islam "basta recitar ante testigos la "shaada", declarando que no hay otro Dios que Alá". La Iglesia católica en cambio "cuenta con datos precisos y sin márgenes de error", porque en cada parroquia existe un registro de bautizados (No se a mi, en que escenario me contaran, puesto que fui bautizado y por tanto debo estar entre los católicos y tengo la seguridad de ser ateo).

En conjunto, los cristianos siguen en la vanguardia con 2.153 millones de fieles. Además de los 1.115 millones de católicos, según el World Christian Database, se estima que hay 360 millones de protestantes, 200 millones de ortodoxos, 75 millones de anglicanos y 400 millones de "nuevos cristianos".
Esta última cifra es muy interesante porque se refiere a las iglesias evangélicas pentecostales, a las que la Iglesia católica, que es la primera perjudicada por su expansión, llama "sectas". Estas iglesias se nutren en América Latina de muchos cristianos que se desvinculan de la Iglesia. El Papa pudo constatar personalmente durante su visita a Sao Paulo y al santuario de Aparecida cómo en Brasil las "sectas" están erosionando el número de fieles del país con más católicos del mundo. Se estima que Brasil era católico al 90% hace tres décadas, pero ahora las investigaciones revelan que la cifra se ha reducido al 64% de los 190 millones de habitantes, mientras los pentecostales ya sobrepasan los veinte millones de "nuevos cristianos".

Lo que no se habla mucho es de que el agnosticismo/ateísmo/no-teísmo/secular es la tercera “religión”.

No voy a hablar aquí de mi ateísmo, cosa que anteriormente; tampoco voy a hablar de si lo secular mengua respecto a lo sagrado, simplemente pongo estos datos, porque sé que por aquí se acercará un matrimonio que en las tertulias de mi playa, tuvimos una particular guerra de cifras y posiblemente despejemos algunas dudas, y en particular para ella, con respecto a mi ateísmo, repito lo que en su día escribí: Bajo ningún concepto me vanaglorio de serlo, pero yo les pediría a los creyentes de tantas religiones que en el mundo son y han sido, que al igual que yo respeto sus creencias, ellos respetaran a los ateos. Para nada soy ningún asesino, no odio ni deseo mal a nadie, soy un defensor a ultranza de que desaparezcan las desigualdades de este mundo, estoy en contra de la globalización salvaje y jamás mato a una hormiga por el placer de matarla.

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Un clavo ardiendo y sentimientos de impotencia

Andrés, el hombre sin patria (Ya sobre él)

Cada vez me siento más un… ¿proselitista?..¿Misionero?.. ¿Predicador? No, no encuentro la palabra. Debo estar cerca pero no encuentro la palabra y precisamente las tres que he colocado las detesto. Quizás donde más me ubico es en clavo ardiendo (intentar cualquier recurso o medio con tal de obtener lo que se pretende), pero que palabra es la que define a este recurso o medio, no la localizo. Quizás reciba ayuda.
No estamos en época de abundancia por estas fechas: El turismo esta bajo mínimos, el que saca quince kilos de picuda, a 1.000 colones el Kg. (muy buen precio), se da con un canto en los dientes y mis contertulios, la verdad sea dicha, no se de que sobreviven, y temo preguntarles porque me había prometido no dar un colon más, y semejante indagación acaba mal para mi peculio.
Puede que por esta falta de recursos, cuando esporádicamente les llega, lo que para ellos es una fortuna, vuelven a las andadas y bien con guaro, puros, colombiana o una mezcla de todas se transportan al mundo de las tinieblas, y así digo porque hasta allí deben arribar, puesto que cuando llega la temida goma, no recuerdan ni cuantos días estuvieron en él, ni cuanto gastaron, ni por supuesto lo que hicieron.
Por estas fechas los atardeceres, no son los más bonitos, pero no solo de alimentar la vista vive el hombre, como decía mi amiga anónima, mi mente a veces viaja, pero otras, se queda estática, inmersa en ese escenario de bosques, pangas, nubes, relámpagos y otros, donde me siento yo mismo más que nunca. El súmmum, es cuando en esta contemplación entro en una especie de éxtasis, difícil de describir, en el que no piensas.
No me dejan. Cristian, Pelos finos, aunque a este jamás lo vi fuera de si, Leroy, por citar algunos de los últimos, no me dejan.
Ayer le toco a Nelson. Son muchas las veces que se acercó a mí, incluso algunas las que ha llorado, diciéndome que quería salir del alcohol. Es un tiempo el que lleva sin hacerlo; una operación, no se exactamente de qué, pero grave debió ser, porque me dijo que jamás había visto la muerte tan cerca, le ha hecho renunciar al guaro, pero no las tiene todas consigo y prueba de ello es que me estuvo contando sus tentaciones y la persecución de los amigos, cabrones hijos de puta, que le incitan a beber de nuevo.
Precisamente ayer cuando me dirigía hacia la playa, alguien me regalo La isla de los hombres solos, sabia de mi interés por su lectura y lo difícil de conseguir por esta parte del mundo. Charlando con Nelson se nos fue el santo al cielo, regresamos andando, y cuando llegué caí en la ausencia del libro. Cojo el carro y en cinco minutos estaba en mi mesa. Había desaparecido.
Hoy pregunto en el Súper y en Los Gitanos, por si alguien lo hubiera dejado y para que se corra la voz de quien lo había perdido. Pero no, sé que este no es el medio y recurro a mis amigos. Pasa Andrés con Alvarito (hermano de Toro y de Mariano a los que ya he mencionado antes) y lo llamo diciéndole que me localice al amigo de lo ajeno, me lo promete pero entre col y col lechuga: Pobrecito Alvarito, tiene una goma terrible y el patrón le ha dicho que mañana se tiene que presentar (por supuesto hoy también tenía que haber ido) y no tenemos ni para un botellín de guaro para que se le pase. Toma Andrés [le doy un billete de mil colones y unas monedas sueltas (unos dos euros)]. Rápidamente, se dirigen al Súper y a la vuelta cuando Alvarito se dirigía hacia su casa, se acerca por mi mesa y más que con palabras, con el gesto de su cara me da unas gracias de las de verdad. Continúa pero se me sienta Andrés y también hasta la hora de venirnos. Por su boca van discurriendo los pasajes en los que se ha gastado verdaderas fortunas, y casos en los empezaba siendo propietario de un terreno y acababa sin él, y que en su casa no tiene ni para comer [me dice que recurre a unas hierbas a las que llama cuadrados (supongo son una especie de bananos no dulces)], y curiosamente lo siente mas por su perro que por él.
Como norma general, todos recurren a su dios, para que los saque del pozo sin fondo en el que se hallan. Hoy Andrés, que también se lo pedía a sus padres (me recuerda que nada hicieron por él), muertos ellos, me dice que es a mí a quien promete que no volverá a tomar nada y que como prueba, le saque una foto que sirva de acta (la máquina la tenía encima de la mesa).
Hace tiempo que deje de regañarles. Simplemente los escucho y aprovecho cuando le ruegan a dios para decirles que él poco podrá hacer, si antes no se lo proponen ellos.
Estoy seguro que limpio me va a durar aproximadamente un mes, si fuera definitivo creeré en los milagros.
Siento sentimientos de impotencia, o al menos con ellos vengo hoy. Es buena gente.
¡A! El libro me apareció después.

Picuda/barracuda


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Al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. A mi amiga anónima (¿anónima?)

Aunque no el más bonito, este te pertenece

Gracias amiga, aparte de hacerme volver a leer a Machado en sus Proverbios y Cantares, me has hecho volver la vista atrás sin ira, y disfrutar con la comunión entre nuestras neuronas.
El por qué el anonimato (algo me dijiste) de tus comentarios, e incluso de tu blog, sigo sin entenderlo, no solo escribes muy bien sino que al menos a mi me transportas a unos sueños (ojala no lo fueran) imposibles (el del día veinte mas bien fue primario). Tus motivos tendrás y los respeto y ademas, si te soy sincero, me alegro (mis pensamientos cuando esto escribo, son egoístas).
Te puedo asegurar que nuestros cerebros en este preciso momento están conectados. Me habías regalado [bonita palabra, muy usada por aquí (¿me regalas un cigarro?)] con siete comentarios y cuando te hacia durmiendo, gmail me avisa que tengo otro (no lo he leído, pero pongo la mano en el fuego de que es tuyo).
Punto. Me voy a ver mi atardecer/llegada de las sombras.
Lo siento, mi anónima amiga, pero el atardecer en mi bahía, para mi, es un cuasi acto religioso.

Vuelta, ¿e iba…? Si, recuerdo perfectamente que me habías dejado siete comentarios y cuando regreso, son nueve y para nada me he quemado.
Has tenido la santa paciencia de poner comentarios en NUEVE de mis escritos y vete a saber los que has leído sin que lo merezcan. Alucino e investigo un poco: El primero lo pusiste a las a las 11:07 (hora tuya) y el ultimo a las 00:38 de tu día siguiente (por la magia del tiempo/espacio yo aun estoy en tu día de ayer).
Que quieres que te diga, pero pienso, y deseo, que antes de irte a la cama hubieras vuelto a mirarte en el espejo y daría algo por saber, caso de que así hubiera sido, que es lo que hubieras pensado esta vez.
Tiene que ser por una causa, digamos, de fuerza mayor la que me haga volver a leer lo que un día escribí, pero hoy quería saber que es lo que te había llamado la atención de ellos, así que he vuelto a hacerlo. Para mi nada en especial, en poco o en nada ha cambiado mi forma de ver el mundo; quizás ver que aun estaba imbuido en esa maldita enfermedad que es la depresión y que bien por mi tesón [me has hecho recordar mis baños en la piscina mientras los charcos estaban helados (mensaje subliminal para los que en ella estén inmersos)] o porque las dichosas neuronas tuvieron a bien cortocircuitarse, salí de ella.
Gracias de nuevo

Y otrosí digo: No, no temo salir mi ascetismo, todo lo contrario, lo necesito, y son varias las veces que lo he escrito últimamente.


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A raíz de la muerte de mi madre


Mi agradecimiento a todas aquellas personas que a raíz de la muerte de mi madre y por diferentes medios han tenido la amabilidad de dirigirse a mi.

¡Gracias a todos!

Son varias las que se me han quejado de no asistir al sepelio por no haber tenido noticias de su fallecimiento, añadiendo que solo lo supieron por este blog. Vaya mi repulsa para aquellas que negaron esta información incluso a familiares muy directos. Sus mezquinos motivos tendrán.

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Con el viento de proa y rumbo por descubrir


La ley de Murphy es implacable: Si existe la posibilidad de que varias cosas vayan mal, las que causen más perjuicios serán las que vayan peor.
Que necesito a alguien a mi lado lo doy por asumido y que ese alguien no esta entre mis amigos también es seguro; ¡vamos..!, que no me veo conviviendo con mi amigo/enemigo/coñazo de Javier, pero desde que estoy en este país mi experiencia con las mujeres ha sido mala por no decir nefasta. Vientos del otro mundo me trajeron aire fresco y puse grandes esperanzas en una española (aun conservo un halito, aun a sabiendas de que el muro se empezó a construir y mi experiencia me dice que cuesta verdadero trabajo deshacer lo hecho). Estaba sinceramente convencido de que ambos nos necesitábamos, pero lo imprevisto ocurrió, algo verdaderamente fatal, de lo cual ella se considera culpable y por ende, en su subconsciente, no solo también me considera a mi, sino incluso a Costa Rica. Ella se encerró en ese círculo y solo ella puede salir de él (tengo verdadera fe en que así sea).
Con diferencia esto es lo que más me había afectado, pero repito, la ley de Murphy es implacable y mi hija me dice que tengo que pagar algo que me reclamaba Hacienda mas la multa correspondiente por no haberlo hecho en su fecha. No, no se trata de un euro ni de dos, no salía de mi asombro al ver la cantidad que me reclaman. Estaba en plena depresión, me habían dado como consecuencia de la misma la incapacidad absoluta para todo tipo de trabajo y voces me llegaban de que en tales circunstancias no tenia necesidad de declarar. También es verdad que en la situación en que me encontraba me importaba todo un cojón, pero en un momento de lucidez llame a esa institución sacaperras (nada tendría contra ella si las aportaciones fueran justas) y a la típica señorita/señora le formule mi caso.
Espere un momento que lo consulto con un inspector. Tras un tiempo que me pareció eterno, su contestación: No, no tiene que hacer declaración. Así de escueto, ninguna aclaración mas. Estas conversaciones no se graban, así que a joderse tocan. Ni sabia que la empresa en que trabajaba nos tenía hecho un seguro, plan de pensiones o como coño se llame, y me ingresaron una cantidad de la cual ahora se llevan la quinta parte. Juro por todos los dioses que nada me importaría hubiese ido a algún necesitado/a, pero solo de pensar que sirva para costearle un viaje de avión a mi presidente para ver a su equipo favorito, o para que mi rey este regateando en Palma de Mallorca en su Bribón (si mal no recuerdo así se llamaba el velerito, que por supuesto no es suyo; ¡hasta ahí podíamos llegar!), se me revuelve el estomago. Uf, es de verdad.
Súmale esta a la anterior y el viento de proa ya es huracanado, pero no, no acaban aquí mis penurias un puñetero microchip, ha dejado fuera de combate a mi vieja máquina digital, la que siempre he llevado en mi bolsillo desde que llegue al nuevo mundo, la que tantas imágenes ha colgado en este blog. He hecho varios intentos de ponerla en funcionamiento y algo en conseguido, saca fotos en forma de paisaje, pero ni se ve el visor de imágenes ni el menú, por lo que no tengo posibilidad de variaciones de ningún tipo. Vieja amiga ¡Caíste!
Cuando esto escribo estoy sin internet y conociendo donde me desenvuelvo y habiendo dado el reporte (aviso de averías), con algo de suerte en dos o tres días me lo solucionaran. No es esta la primera vez que me ocurre. Cable colgando que atraviesa la carretera, camión con carga en galumba (no busques en el diccionario, tiene una significación de altura) y adiós cable. ¿No querías dejar la civilización?..Pues ¡Jodete!


Sumaría que han vuelto a dejar cojo al perrillo que se me ha encariñado (cuantas patadas ha recibido en la misma pata, el pobre, son incontables), que sigo sin saber nada de mi residencia, por lo que supongo estoy mas ilegal que al menos la marihuana, que sigo sin documentación del carro, que sigue sin llover a pesar de esta en plena época de lluvias y no se cuantas mas, mi estado de ánimos para nada es bueno.
Ya ayer me dije: si la mar esta de proa, a toda maquina y a aguantar los pantocazos, y mira por donde estaba en mi mesa de la playa y viene a saludarme mi amiga Marisol. Ni se como acabamos cenando en una soda que ha abierto el único gringo con el que hablo y lo digo literalmente puesto que solo él, que yo sepa, se ha rebajado a aprender español. Ambiente de luz roja, velita en la mesa y música suave, algo completamente inusual por estos lares, pero no, la cosa no acabo como seria en la película, a las diez de la noche, le decía: Marisol, mañana tu tienes que levantarte muy temprano, así que debías irte. Posiblemente pensó que era gilipollas, pero me hizo caso y se fue. No estaba el horno para bollos.
Si no puedo presentarle cara a la mar, al menos me evadiré. Hoy sigo leyendo La carta esférica, pero estoy hasta las narices de tanta longitud y de tanta latitud, del meridiano de Cádiz y del San Fernando. Siempre di por supuesto que Pérez Reverte, al que admiro como escritor, es un marino frustrado y con la lectura de este libro lo confirmo.
Ordenar imágenes. Mejor lo dejo, puedo hacer un daño irreparable.
Historial del carro. Cambio de llantas (neumáticos), consumo de gasolina, reparaciones y más gabelas. ¡Malditas obligaciones!; era bastante mas feliz cuando hacia mis recorridos en los autobuses con todos los asientos ocupados, bien aferrado a la barra del techo para que la fuerza centrifuga no me tirara en las curvas. ¿Cuántas veces fui en estas condiciones a Paquera? ¿Cuántas a Cóbano? La verdad, las extraño.
Hacia tiempo que no sentía ansiedad y hoy la tenía bien alta, me acorde de mi Rafael Navarro, y me dije: ¡de sufrirla nada!, así que he recurrido a mi Trankimazín bajo la lengua, ducha y a mi mesa a contemplar mi atardecer. Hecho de menos el peso de la maquina en el bolsillo. El perrillo, aunque cojo, me acompaña.
Pasa mi amigo Andrés y me pide un cigarro, le pregunto que cuando va a llover y me dice que el día quince que ya han pasado las canículas. Llega Javier y me hecha una filosofada, me extraña que cargue su bolsa y continué camino no sin antes advertirme que me iba a mojar si continuaba allí, como así fue. Por fin me llueve. Buenas vibraciones.
Me viene a la cabeza mi amiga Myriam: José Manuel, aunque parezca una incongruencia, cuando estoy en una de mis crisis de pánico [me hablaba de su depresión (ella sentía pánico mientras que yo era dolor del alma)], en mi interior estoy contenta, porque se que después me vendrá el bienestar. Ley del péndulo y después de la tempestad viene la calma, pero yo esta vez no espero precisamente la calma, espero mucho mas.
Venia bastante calado y por el camino me dicen que en casa de Luis está Mónica (la verdad es que se me apetece, después de tanto tiempo, tener un rato de charla con ella) y va a ir con Rodolfo, marica él, al karaoke. Pienso en ir a verla, pero no quiero se repita la experiencia de anoche.
Llueve y truena. Las ranas comenzaron su orquesta./div>

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