Réquiem por una cámara fotográfica

Concédele el descanso eterno, Señor, y que brille para ella la luz perpetua. Puede que no merezca tanta solemnidad, pero lo cierto es que ha captado lo que ha acontecido a mí alrededor durante los últimos años y al menos  dedicarle unos minutos, si.
Todas las imágenes que aparecen en este blog son suyas (puede que haya alguna excepción). ¿Calidad? ¡Y que más da! ¿Acaso la tenia Death of a Loyalist Soldier de Robert Capa?


O la imagen del Che de Alberto Korda.


Por su coincidencia, voy a destacar dos tomadas por esta.
Vi llorar a la alemana, y antes de que yo preguntara me dijeron: ¡Pobrecilla!, le han matado un caballo. Lo hicieron con un fusil de caza. Nadie sabe el por qué. Curiosamente fue su penúltima foto (la ultima fue de un congo).


La otra es de Diego. En mi anterior blog ya hablé de él. Me extrañaba que no apareciera por aquí. A todo el que le pregunté me contestó lo mismo: Lo mataron de un balazo. ¡Ojala no sea cierto!


No hay comentarios:

Publicar un comentario

No esperes de mí la confrontación. A pesar de que la comunicación escrita es susceptible de malas interpretaciones, aclarémoslas como personas civilizadas...
¡Bienvenido seas a este rincón!