Hace más de una semana que ha desaparecido el gatillo. Lo doy por perdido

El lunes diecinueve le tome este último vídeo, al día siguiente ya no lo vi. Ya había desaparecido varias veces pero como mucho a los tres días volvía.
Por ahí he leído que el celo a las gatas les dura aproximadamente una semana, así que, es lo que suponemos, que se fue de ronda con una que hay en la parcela de al lado. Creo que su final ya ha llegado, y digo final porque a la hija de los vecinos, después de estudiar derecho, ha pensado que su vida no es para estar de pleitos, sino para “cuidar” perros abandonados. Este es otro tema que ya veremos cómo queda porque una cosa es que a los animales no se les deba abandonar y otra que los vecinos no podamos dormir.
Le tenía cariño al negrillo. Todos los días venía a saludarme saltando sobre las teclas del ordenador y haciendo combinaciones de las mismas que no he podido imitar.

Lo que tenía de especial era su instinto cazador (No he visto otro igual). Al principio cazaba ratas, pero después trajo palomas, sapos, gorriones y un día hasta un gazapo.

Aun me queda un hilo de esperanza de que vuelva.

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