En la entrada anterior mencione que dentro de la Sanidad Publica, quedan médicos de los de antes que se pasan los protocolos por los cojones e intentan curar al enfermo. Aparte del que mencioné que me consiguió cita para que me hicieran la endoscopia al otro día, el que me la hizo cuando le conté que llevaba días sin comer, me aconsejo que me fuera a urgencias y no saliera del hospital hasta que no comiera en condiciones.
Estando tan débil, ni cocones tiene uno asi que decidí buscar la solución en la medicina privada.

Primer fui a un especialista en estomago que curiosamente era el mismo que me tenía que verme en en mi hospital (En marzo del año que viene). O anda mal de dinero o le gusta mucho la medicina (Mas bien será lo primero). Al decirle que me estaban haciendo una biopsia, me dijo que ya vería los resultados y que me llamaría por teléfono. Seguí con mi cabezonería de la medicina privada y me llevaron a un hospital en el que aparte de dar una señal de unos 200 €, no tenían ni sillas de ruedas.

Nos largamos a otro, el mismo protocolo de la pública y cuando me dijeron que me podían encamar e ir haciéndome pruebas hasta dar con lo que tenía, pensé, estos-as me han confundido con Bill Gates o se creen que soy un imbécil
Llamada del de digestivo: En la biopsia había salido que tenía el estomago invadido por un hongo. Me receta medicinas para un mes (Pagándomelas yo, naturalmente) y ya noto una gran mejoría, pero fue a través de un intermediario y o yo lo hice mal o ha sido poco tempo el que me he medicado. Vuelven los dolores.
El cuento de nunca acabar y otra vez al Médico de cabecera. Me viene a decir que no es tan fácil matar el dichoso hongo y aquí ando medicándome de nuevo y parece por lo menos la debilidad la estoy dejan atrás.

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Veo algo de luz al fondo del túnel. Pido al médico de cabecera visita al Oftalmólogo

Estoy esperando un tiempo para darme una buena noticia. Estoy viendo algo de luz al final del túnel cabrón de la depresión. Hasta he fotografiado un atardecer. Puede que sea porque estoy siguiendo la máxima que en su día me dijo mi brujo (Mi psiquiatra Rafael Navarro): “Te dirán muchas tonterías como debes pasear, debes ir al cine… Ni puto caso, haz en cada momento lo que se te apetezca, si es no hacer nada, no lo hagas”
Sé que no es una varita mágica en la que se pude pasar del blanco al negro con un simple toque, pero los otros días hice que me trajeran gasolina para la Tenere, cargue la batería y la arranque. La idea era subirme en ella.
Primera desilusión: No fui capaz ni de poner la moto derecha, es tal la debilidad que me ha quedado del virus en el estómago que tardaré en recuperarme, pero ya he pensado incluso en ir a un gimnasio, cosa que no se hubiera ocurrido hace un mes.
Hace tiempo, tres o cuatro años, que tengo cataratas, pero en el orden de prioridades de mi cerebro no estaba ni con mucho en el primer lugar de preferencias. Aprovechando mi relativo bienestar, decidí pedir cita a mi médico de cabecera para que me mandara operar o eso creí. Este médico de cabecera para mi es de los mejores. No hubo pega en lo que le pedí.

Los protocolos van en aumento con la sola idea de aburrir a los pacientes. Antes era él que me daba el papel de cita con el especialista, ahora te manda a una cola donde están todos los pacientes en la misma situación por lo que se hace eterna.
Me han dado cita para el Oftalmólogo el día 23/10/2018 y supongo que él me hará esperar otros dos o tres meses para la operación en sí.

Esto lo escribo un día después de tener pegas para que me trajeran unas medicinas y problemas para dormir a pesar de dos clases de pastillas que tengo para que esto no ocurra, pero a pesar de ello hoy ha sido una noche especial, me he levantado hecho una piltrafa, o casi, y no de si es por el insomnio o porque el día esta nublado con la certeza de que hoy o mañana lloverá y los cambios de tiempo afectan al serrín que tengo por neuronas.
De ayer a hoy he pasado de la euforia al cabreo. Lo dejo aquí y cuando pase esta racha intentare dar idea de si es verdad de que estoy viendo luz al final de la caverna.

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De gafas, pinturas e hiperplasias benignas de próstata

¿Van tres o cuatro las veces que he estado en el médico de cabecera? No sé, quizás sean cinco porque las neuronas siguen jodidas y he perdido la cuenta, el caso es recuerdo perfectamente que en las dos últimas me dijo que con seguridad me tenía que mandar al urólogo y esperando que me dijera eso he ido la última vez. Ve los segundos análisis que me han hecho y dice que están perfectamente pero no sé cómo sale en la conversación que teníamos sobre mis problemas de micción, y me dice que tengo todos los síntomas de una hiperplasia de la próstata, que me va a mandar un medicamento y que dentro de veinte días vaya a verlo. La cosa se eterniza. Al parecer con esto de los recortes en medicina los médicos de cabecera tienen orden de mandar el menor número posible de enfermos al especialista y ellos tienen que hacer de todo, desde psiquiatras a urólogos en mi caso, porque si me hubiera mandado a él con más conocimiento de causa, lo hubiera pronosticado. Para eso se especializan en este tema.
El caso es que leo el prospecto de la medina en ese que las farmacéuticas se lavan las manos advirtiéndote que si te pasa algo malo con ellas bien que te lo habían advertido y leo que para lo que es y describen muy ben los síntomas que tengo. También investigo en la red y más me convenzo de que puede ser esto. Le llaman algo así como hiperplasia benigna de próstata. Ojalá fuera eso y se curara con esta medicina (Tamsulosina), con lo que me evitaría hospitalización, y todas sus consecuencias y principalmente me dejara dormir por las noches porque esto junto con las neuronas me tienen marchito.
Salimos del centro de salud y decimos de llegarnos a Armilla a recoger las gafas. Esta es otra, me quejaba de la medicina en general en Costa Rica pero en todas las partes cuecen habas. Fui hace un mes a graduarme la vista porque la que me hicieron allí hubo que repetirla porque no veía nada de cerca (eran progresivas) y al final que es que me quede con ellas pero sin ver un carajo, pues bien aquí me ha pasado exactamente igual, las primeras que me hicieron tampoco veía de cerca.
Al limón le están saliendo nuevas hojas y cantidad de capullos de lo que serán flores y espero que cuajen algunas.

Al porche se le están quitando los desconchones y repellándooslos con un cemento blanco, pero es una obra lenta y después habrá que pintarlo.

Hablando de pinturas, y por si pintamos la piscina, me he preparado un invento porque pierde la válvula de llenado y con el hilo de agua, que después se extiende no habría forma de hacerlo.

El seso unas veces regular tirando para bien (incluso me permito el lujo de ver atardeceres) y otros días fatal.

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