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Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro



Todo lo has hecho en la vida (Tengo dudas en lo del árbol), aunque no por hacerlo, toda la vida es un camino de rosas. La vida es una sinusoide de momentos altos y bajos y tu has estado en lo más bajo. Me alegro mucho que ahora seas muy feliz.
Hace días que termine de leerlo y para mí fue la historia de una muerte anunciada. De Jean Marie conocía poco.
Espero que mis neuronas algún día vuelvan a mí y pueda decir lo mismo.

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A mi amigo Quique, un personaje interesante


En mi anterior blog, solo tenía tres etiquetas y todo lo que escribía las englobaba dentro de ellas, en este empecé aumentando el número y pronto me di cuenta que había hecho una tontería puesto que unas sé que no volveré a usar más y cuando me doy cuenta que tenía que colocar una nueva tendría que retroceder casi al principio para colocarla en otros escritos cosa que Blogger no lo ha puesto fácil.
La etiqueta que me falta es “crisis” y creo que a partir de este la pondré.
Hoy voy a hablar de Quique, más bien voy a copiar puesto que él se describe bastante bien y es una víctima de la crisis aunque hasta ahora no he visto a nadie que se lo tome con tanta filosofía. Leía mi anterior blog y después de camuflar este para que algunos lectores que no me hacía puñetera gracia que me siguieran, no sé cómo dio conmigo.
Estando en Costa Rica recibí un comentario (por culpa de blogger ha habido un tiempo que no se han podido meter y desde que existe Facebook la gente no se molesta mucho y con un i like es suficiente y no le dan mucho trabajo a la imaginación/comunicación) que decía esto: Realmente es una extraña casualidad que después de 2 años que hace que intenté contactar contigo (cuando te iban a operar por primera vez, por cierto espero que estés recuperado del todo) cuando decidiste cerrar el blog, y ayer me encontré con la sorpresa de seguías con él.
Extraña casualidad, porque mi intención al contactar contigo era preguntarte algunas cosillas de la vida allí y lo que son las casualidades de la vida, te vuelvo a encontrar a un mes vista de mi viaje a Costa Rica.
…, muchas gracias por este blog.
Un saludo de un paisano (andalú), Kike.
Como es lógico me escame y le pregunte por su vida resumiendo esto es lo que me dijo:
En cuanto a lo mío, es bastante simple, estoy hasta los cojones de la vida que llevo hasta ahora y a esto le tengo que dar un cambio radical, estoy hasta el moño de seguir los dictados del sistema e ir con la manada de ovejas, no es que me vaya a rebelar contar el sistema, simplemente voy a intentar alejarme de él.
Como te dije tengo 45 años, estoy casado y tengo un niño de 4 años, estudié la carrera de informática en la universidad de Extremadura y Córdoba, terminé la mili en el 92, y la primera en la frente, me pilló la crisis del 93 y hasta el 95 parado, en el 95 trabajé 2 años de programador en una empresa en Córdoba, ahí descubrí que la informática no me gustaba, no se me daba mal, pero no me gustaba; en el 97 empecé a trabajar de vendedor de productos para los marmolistas (como ves el cambio fue radical), no me gustaba, pero tenía bastante libertad de movimiento y con el boom de la construcción no se ganaba mal, pero la presión era tremenda, desde octubre del 2009 estoy parado y me he dedicado a amo de casa y a criar a mi hijo, bueno en unas entremedias he trabajado para el INE durante 4 meses.
De todo ello extraigo una consecuencia, toda la puta vida corriendo, con el corazón que se te sale por la boca, nadie está contento con nada, trabajando toda la puta vida sólo para pagar facturas y no tener nunca un duro para poder invertirlo en tu bienestar; encima el panorama de España es para salir "jullendo", sin jubilación y todo ¿para qué?, si al final vamos a ir al mismo sitio.
La cuestión es que mi idea era que cuando me quedara parado en el 2009 me iba a ir a Costa Rica, para ver las posibilidades que había, pero se plantearon 2 "problemas": 1º mi mujer por aquel entonces funcionaria interina (administrativa de la universidad), me dijo que ella nanai de la china (es una urbanita consumada y una ferviente PRO sistema) y el 2º (bendito problema este) es que estaba embarazada e íbamos a tener un crío que vino a finales del 2009.
El primero si era un problema... totalmente soslayable, tú aquí, que yo me largo, pero con la llegada de mi hijo estaba claro que no me iba a ir, al menos de momento.
Decidí posponer la aventura hasta que fuera un poco mayor y de paso encargarme de criarlo, así lo he hecho durante 4 años y de paso liberar a mi mujer para poder prepararse las oposiciones de "su" plaza.
Estas navidades aprobó sus oposiciones (falta todavía por confirmar su plaza, pero lo damos por hecho) y así yo me aseguraba que por lo menos el futuro de mi hijo estaba garantizado económicamente (si las cosas no cambian), no es un sueldo muy alto pero da para comer a secas.
Y a partir de ahí empecé a moverme, mi intención es ir a visitar Costa Rica para ver; no voy con ninguna pretensión, ni con nada concreto, simplemente voy a hacer una primera toma de contacto con el país y ver qué posibilidades hay.
Sé que muchos han venido y se han creído que allí todos los días son domingo, que aquello es el paraíso, que era Jauja y se han pegado una hostia de campeonato, yo NO voy a ser más listo que ellos y probablemente me la dé; pero mis expectativas son otras, yo no aspiro a hacerme de oro y creerme que voy a pegar el pelotazo, simplemente a llevar una vida tranquila en un sitio tranquilo y apartado, buscar algo que me dé para vivir, a secas y poco más.
Mi intención es ir del 27 de febrero al 25 de marzo, recorrer todo el país (o lo máximo que pueda, ya que voy en transporte público, con mochila y buscando cabinas - el presupuesto no da para más-) para buscar un sitio (lo más alejado posible del turismo) que me guste y más adelante poder instalarme allí.




Quique estuvo en Costa Rica, casi nos hemos cruzado, el yendo y yo viniendo y creo que no es su país.
Hace unos días vino a Granada y dijo de venir a verme. Le di la dirección pero advirtiéndole que como no tuviera GPS no llegaría pero he aquí unas de sus cualidades, miro en Google Earth, memorizo el camino y llegó a la primera. Memoria fotográfica fuera de lo común porque amigos míos a los que les había dado un plano para que llegaran, agotaron la gasolina y no llegaron.
Venía con su mujer y su hijo y es poco lo que estuvieron aquí porque ya era tarde y tenían que seguir camino, pero el tiempo suficiente para darme cuenta de su filosofía de vida. Difícilmente entrará en una depresión. Se toma la vida como a mí me gustaría tomármela.
Espero no te molestes por este escrito.
Si acaso vuelve a probar los comentarios.

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Veinte días de medicación para la supuesta hiperplasia


Van pasando cosas.
In mente me alegraba que el médico me hubiera dado veinte días para volver a verlo, días que son los necesarios para tomarme las píldoras y que él descarte o acierte que mis problemas de micción son de una inflamación de la próstata. Eran veinte días que en teoría no tenía que salir de aquí, o dicho de otra forma no tenía obligaciones, sin embargo ya he salido dos veces de la parcela. Dos veces que no han tenido que ver con médicos ni con gaitas necesarias.
Salir para mí es un martirio, las neuronas todavía no las tengo preparadas para un acto tan simple como salir de compras. El hecho de cambiarme de ropa me parece un gran esfuerzo. Tengo que ir al psiquiatra, pero no me decido a hacerlo hasta tener bien claro que es lo que tengo que decirle. Sobre todo no me entra mucho en la cabeza que todavía sufra las crisis de ansiedad que estoy padeciendo.
Sé que lo hacen para que no piense y tenerme entretenido, pero yo creo que es peor el remedio que la enfermedad.





La primera vez que me sacaron fue a comprar pinturas. Con aquello que había dicho que sobre todo el porche y la fachada que da al olivo tenían un mal aspecto se han propuesto dejarlas en condiciones. Compramos pintura pétrea y “pos ya que” que estamos allí digo de comprar pintura para la piscina que también la que tiene deja mucho que desear. Cerca había una tienda de productos del campo y vamos a ver si tienen algo para matar el dichoso . Ya se ha cargado una y lo hemos visto visitando otra.
Ya puestos compramos abono y tierra para sembrar plantas.


Cuando comemos en el porche las riparias no han echado los suficientes brotes como para dar sombra y hacen un invento, colocando sombrillas de playa de forma que podamos aguantar al astro rey que estos días está pegando bien. Me dicen de ir a comprar una tela que normalmente se usa para cercas y con ella hacer una especie de techo colgado a las pérgolas. Ni puñeteras ganas de salir pero por “no hacer el feo” con la ropa de estar por aquí, voy. Vamos por unas rotondas que en su día hicieron entre los pueblos periféricos a Granada pensando en polígonos industriales y donde después de llegar la crisis no han construido una puñetera nave. Cuánto dinero se ha tirado hacen cosas innecesarias, como aeropuertos en el que no aterriza un puñetero avión y trenes de alta velocidad donde no se sube un pasajero.
Lo que es no tener el cacumen en condiciones, tenía la sensación de que el tío que nos vendía la tela me iba a regañar por lo que le huía.



También han sido unas fiestas exclusivas de Granada, , y parte de los aquí vivientes fueron a las mismas, más que otra cosa por cumplir con compromisos ineludibles (No sé de donde la gente saca dinero para tanta fiesta). Parte de esos compromisos han estado hoy aquí y aparte de domingo ha sido da de invitados. Muchos años hacían que no veía a una digamos sobrina mía, Lauri. Lo más socorrido, barbacoa.
También ha estado por aquí Quique, pero de él creo hablaré otro día.

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Elemento raro en Tambor


Últimamente lo había visto por aquí varias veces especialmente en las fiestas. Me llamó la atención. Ayer apareció otra vez y sin más se vino a nuestra mesa. Como es lógico con el primero que empieza a hablar es conmigo diciendo que soy alemán. Le digo que soy tico y le enseño la cedula, más bien porque no sea yo el que aguante el coñazo. Por lo que hablaba y por la forma de hablarlo lo primero que deduzco es que está loco.


De lo segundo es que ha cambiado de imagen. Alguien le habrá hablado de Cantinflas. No paraba de repetir ¡Viva Cuba! y de reírse.
Hoy le pregunto a Huevo de Pato si lo conoce y me dice que sí, y sin más dice que está loco. Al parecer es nica y su oficio volar machete.
Ya en otra entrada que escribí hace poco, la dediqué a personajes raros que han pasado por aquí y que han desaparecido. Este no creo que tarde en hacerlo, así que lo pondré aquí como curiosidad.

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Personajes que han desaparecido de Tambor de Puntarenas


Al principio de estar en este pueblo, era paso de unos personajes muy peculiares, que más tarde o más temprano seguían camino a lo que ellos buscaban. Terminaban recalando en Santa Teresa/Malpaís o en Montezuma. Ellos iban buscando extranjeros y todo lo que a su alrededor se movía, desde birras a mota; es el caso de Diego y Yocsan por poner un ejemplo. Otros las ovejas negras, caso de Ceviche o Edwards y los más personas de aquí de toda la vida aficionadas al guaro. No con esto digo que no hubiera excepciones, como el caso de Helena que hablaba y leía tres idiomas a la perfección., o Luis que partiendo de cero ha sido dueño de un hotel de cabinas.
Pero lo que me ha llevado a escribir esto es que personas como Zaraqui de aquí de toda la vida también estén desapareciendo.
La verdad es que otros no volverán más, la vida les ha pasado una mala jugada.
Verdad es que la crisis ha llegado aquí y bastante que se nota en el turismo, por lo que los que vivían de este han tenido que emigrar y lo que es la pesca del dorado, tampoco está la cosa para tirar cohetes.
Yo iba a mi mesa de la playa principalmente a ver el atardecer, pero invariablemente acababa en tertulia con varios de ellos. Algunos de la gente de alto standing, se extrañaban que yo me mezclara con ellos hasta el punto que el dueño del Súper, no sin cierta prudencia llego a preguntarme: Don José, ¿no le trae problemas sentarse con todos esos borrachines? A lo que le contesté: No solo no me los trae sino que me divierte hacerlo, a lo que pensaría que estoy loco.
También es verdad que tenía que pagar mi peaje porque no había uno que no me pidiera un blanco o cien colones que le hacía falta para comprarse una pacha. Dicen que un niño y un borracho siempre dice la verdad, por lo que a cambio me enteraba de todos los chismes, y a los más viejos les iba sacando la historia de los orígenes de este pueblo, pues fue el primer asentamiento del sur de la Península de Nicoya.


Ha pasado la época de lluvias y ha llegado lo que por aquí llaman verano, o sea la temporada seca y por estas fechas los atardeceres no son ni parecidos a los de invierno y a la tertulia siguen viniendo Lorenzo, Rigo, Alvarito, y otros, Toro pasa pero más bien lo que hace es saludar y seguir, pero cada vez son más días los que me paso la tarde solo y digo la verdad echo de menos las conversaciones por ejemplo con Zaraqui (contaría la historia de un gato y de las técnicas para saber dónde estaba el dorado).
También he puesto la excepción, un personaje especial que ha vuelto, pero ese es un verdadero asceta. Baltodano. Solo he conseguido hablar una vez con él.
Me ha dado por pensar que mi cuerpo está cada vez más averiado y a pasar de que en España están haciendo una mierda con la sanidad, el final será que me vaya allí porque al menos hay médicos privados. Hace tres entradas conté la aventura para que me viera un psiquiatra, y no solo es la aventura sino el costo que no me lo puedo permitir. El mismo psiquiatra sé quedó asustado cuando le dije que para el ictus estuve en el CIMA por lo que me habría costado.
Pienso (hoy me ha dado por pensar). En España vivo alejado de la civilización, pero aunque estuviera inmerso en ella, ¿con quién hablaría? Personas con las que pueda hablar, no ya amigos, se pueden contar con los dedos de una mano y para mi desgracia están separados. ¿Me iría a un bar a hablar con el camarero? ¿A los bancos de un parque a intentar hacer amistades? ¿O a una residencia de ancianos (así les llaman ahora a los asilos)? Tampoco me gusta ver escaparates ni a la gente andando por la calle con el teléfono al oído.
Aquí, a pesar de tener televisión, no la veo ni por asomo. ¿Me volvería adicto a la TV?
Dicen que estamos al final de un ciclo, pero lo que están haciendo con este mundo, aparte de la crisis financiera, es una verdadera mierda lo mires por donde lo mires.
Por curiosidad, ¿qué hacen los viejos hoy en día en España aparte de darles cobijo y de comer a los que han perdido su trabajo y su casa? Si alguien sabe la respuesta, le agradecería me informara. Ya funcionan los comentarios.
Quizás sea egoísmo, pero cada vez me acuerdo más de una persona que me dejó.

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A dos personas que fueron a buscar el sueño americano


Colombiana ella, argentino él, vinieron a Tambor más que otra cosa con idea de ver el sol (en especial ella).
La verdad es que han estado muy pocos días y mañana salen para su Chicago.
Que se cumplan vuestros sueños.

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Ha muerto Marcos el “arquitecto”


Tengo in mente hacer una entrada sobre personajes curiosos que han pasado por Tambor, en realidad otros son de aquí de toda la vida, y muchos de ellos han desaparecido sin dejar rastro. Marcos se había marchado, pero sabía de su paradero, se encontraba en Santa Teresa, de hecho, hace poco más de un mes estuve allí y hablé con él.
Ya había escrito sobre él, pero por esas fechas no conocía bien su historia. Sobre marcos se podía escribir un libro. Era un Lazarillo de Tormes tico.
Como no, sino en mi mesa de la playa, me dijeron que se lo habían encontrado muerto después de varios días. No lo quería creer, pero ya son varias las personas que me lo han confirmado.
Que en paz descanse.

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Otro niño de la calle. Huevo de pato


No es la primera vez que hablo de los , lo hice en mi anterior blog, pero por aquel entonces no conocía a Ángel, lo he conocido después de mi segunda llegada a este pueblo. Es de los más asiduos de mi mesa, y cuando no se sienta porque va de paso, no falla el que deje de acercarse para pedirme un blanco.
Yo escuchaba hablar de huevo de pato y no sabía a quién se referían, hasta que un día me lo señalaron y me dije, coño pero si es Ángel. Así lo conocen por aquí, aunque sigo sin saber el porqué. Lo averiguaré.
Ángel es un chaval, para mí, cojonudo, aunque ya no me fio ni de mi padre en caso de que existiera, después de que Diego (Ya hablo de él en el anterior enlace), es muy probable me birlara un reloj, reloj que no era mío.
De todos los que lo conocen están divididos entre los que dicen que es un chaval loco porque si, y los que opinan que es así porque no tiene padres. También es difícil saber dónde vive, donde come o a que se dedica exactamente, es un buscavidas. Sé cuándo va de pesca, me cuenta las marrullerías que se hacen entre los mismos pescadores, lo llaman para chapear, pero en especial cuando hay que bajarle los cocos a algún cocotero. A nadie le hace gracia que le caiga uno en la cabeza. Antes era el especialista, pero desde que cayó desde uno y se le ha quedado una mano inútil, ha ocupado su lugar Ángel, hasta que le ocurra algo semejante puesto que hay que verlo subiendo por un cocotero, solo apoyándose con las manos y las puntas de los pies y con la barriga a más de medio metro del árbol, y por supuesto sin cinturón de seguridad ni nada que se le parezca.


¿El por qué tiene mala fama Ángel? Como todos, cuando tiene dinero y bebe, el guaro se le vuelve vaquero. Se vuelve peleante.
Una noche, ya bebido, estaba en Los Gitanos, diciéndole a todo el mundo que era su cumpleaños y que lo invitaran, costumbre de por aquí (decía cumplir dieciocho, pero creo tiene diecisiete). Alguien salió detrás de la barra con un palo y lo saco a leñazos. Desde entonces le cambiaron el alias por el de piñata, aunque ha prevalecido el primero.
Anoche, bastante después de haberme venido de la playa, escucho que me llaman y era él. Un arquitecto de San José, andaba buscando un terreno para construir y cuando esto ocurre hasta dios se pone a buscarlo por la comisión. Quería que se lo buscara por internet. Aparte de que no tenía conexión, le dije que no era tan sencillo pero lo vi con tantas ganas que le di datos de unos que yo había estado viendo y se fue. Ya estaba yéndome a la cama, cuando de nuevo aparece y me dice que ya había puesto de acuerdo al arquitecto y al dueño y que le iban a dar 500.000 colones (1.000 dólares) y venía a decirme que la repartiríamos entre los dos. Ni que decir tiene que le dije que no, pero me costó que se fuera.

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Baltodano, el ermitaño de Tambor


Cuando llegue a Costa Rica para quedarme en ella, de uno de los personajes que escuche hablar fue de Baltodano, y no precisamente porque estuviera por aquí, sino por los efectos que había dejado. Le había cortado un brazo a . Todos coincidían en que Baltodano era una buena persona pero que William, cada vez que pasaba por donde vivía, se metía o bien con él o con su perro. Un día no se lo pensó mucho y le dio un machetazo en el brazo izquierdo y se quedó sin él.
Fueron muchas las veces que hable con William, pero nunca del tema. No me pareció lo más conveniente, porque también es un personaje especial y por aquella época le daba más al guaro de lo conveniente y en esas condiciones el guaro se le volvía vaquero.
Hará un par de meses, volvió a venir por aquí Baltodano y por aquí se encontraba William, aunque a decir verdad este último ahora estaba en plan abstemio, pero todos pronosticaban lo peor, que volvieran a pelearse y que esta vez la cosa acabara aun peor, pero no, Baltodano lo busco y le pidió perdón por lo que le había hecho.
Estuvieron un tiempo en el pueblo, pero William desapareció. Unos decían que había vuelto a Estados Unidos, pero él me dijo que se iba a otra parte de Costa Rica porque no aguantaba más a la gente de Tambor.
De Baltodano dicen que ha estado en la cárcel, y de ser así no se si sería como consecuencia de la acción contra William o que tuvo otro percance.
Él se ha ido a vivir a su antigua residencia. Entre el río Pánica y el hotel Barceló, hay un manglar y entre la maleza, ha colocado un par de chapas de zinc y unos plásticos y ahí hace su vida. Apenas viene por el pueblo, y cuando lo hace es cargado de botellas de plástico para hacer suministro de agua, o cargado con una bolsa, supongo ira a recoger frutas u otros alimentos a la montaña.
También me han dicho que va andando por la playa hasta Pochote apoyándose en una especie de báculo, con un pincho de acero en la parte superior, pasa Pochote y se llega hasta Vainilla a una buena distancia.
He tardado en escribir sobre el pensando en que alguien me daría más información sobre su vida, pero me rindo, saben igual que yo, que vive aislado del mundo, pero nada de familia, procedencia ni nada por el estilo.

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Españoles en Tambor de Puntarenas


Para mi es noticia. Desde la primera vez que llegue a este país solo he hablado dos veces con españoles, la primera con unos chavales que venían buscando información de y la segunda fue ayer.
No es normal que la gente que viene al hotel Barceló, sean de la nacionalidad que sean, crucen el Rio Pánica y lleguen al pueblo. Bien, estos lo hicieron dos días seguidos.
En este caso, no voy a poner ni lo que hablamos, ni datos de su vida, simplemente, sé que acercaran por aquí y quiero saludarlos.
Si lo necesitáis, ya veré la forma de mandaros mi correo.

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Reunión de gringos en Tambor de Puntarenas


Sigo sin entender que personas que viven bastantes años fuera de su país no hagan por integrarse en el que ahora se encuentran. Bien, esto es lo que ocurre al menos con los que yo conozco en este pueblo de Tambor. Puta coincidencia, todos son gringos.
Aclararé que, al menos por esta zona, la palabra gringo no es despectiva, conozco una niña y fue ella la que me dijo mi papá es gringo.
Sé que viven por aquí, pero salvo alguna rara excepción jamás los he visto por el pueblo, no sé dónde viven ni a que se dedican. Si puedo asegurar que estos no son de los que rápidamente relacionamos con la palabra gringo, o sea que no les sobran los dólares. Alguna vez he hablado con uno de ellos, el más joven, que algo de español chapurrea y se dedicaba a la pesca. Los otros deben de vivir de alguna pensión o algo por el estilo´.
Normalmente un día a la semana, se reúnen en una mesa de la playa, curiosamente al igual que yo con la mía, ellos también lo hacen en la misma. Algunos se traen su propio asiento, porque hasta ahí podíamos llegar, los bancos de hormigón/concreto, están demasiado duros.
Llevan dos días seguidos reuniéndose, y lo he relacionado con que están celebrando sus propias navidades. Inflaron con fuego un par de globos y los soltaron.
Ni que decir tiene que nunca los he visto con huevo de pato ni con , al que por cierto hace tiempo que no veo. Mary su compañera también murió.

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Ha muerto Maira


Es más de una vez la que he dicho que los políticos ticos tienen abandonada esta parte de Costa Rica. En concreto las carreteras son las peores del país. Las leyes de transito son muy duras, pero posiblemente a cambio de no prestar los servicios adecuados, tampoco hay la suficiente vigilancia de la policía. Es normal que los motoristas vayan sin casco, e incluso la misma policía va sin luces de posición.
Pasan la mano, pero más tarde o más temprano hay que pagar un tributo por ello, y esta vez le ha tocado a Maira.
Hay un gran hueco en la carretera que los que van de Cóbano en dirección Paquera, lo dejan a su derecha, invadiendo el carril contrario. El conductor que la atropelló, al parecer se deslumbro con el sol y no la vio. Iba en su motillo.
Lo he sentido. En especial me he acordado de María, la escuchaba y fue su confidente. Me imagino se verán allá arriba.

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Al rancho de Alvarito a por plantas de café


Desde bastante temprano habíamos dicho de ir a algún sitio, pero llego la hora de comer y no habíamos decidido ninguno. Comemos y yo seguía teniendo in mente Rio Bonito, pero no me veía bajando por aquel semiacantilado con la dichosa vertebra como la tengo, porque a pesar de haber ido a mi escoces (el Quiropráctico), sigue dándome el coñazo. Acabamos de comer cuando llega Carlos del hotel, le digo de que nos dé una idea, y ve el cielo abierto. Ya me imaginaba lo que iba a decir, porque lleva tiempo detrás de hacerlo: Ir al, la verdad es que no sé cómo llamarlo, terreno de Alvarito a por unas plantas de café arábigo, según él, estas son de las antiguas, no transgénicas, y repito, según él, ahora todas lo son.
Yo ya había estado cerca, sabía que el camino no era malo, aunque al final tuvimos que dejar el carro a más de un kilómetro, y precisamente porque lo conocía y sabía que pasar el riachuelo, era con riesgo de quedarse atrapado en él.
Me pongo los vaqueros y las ”figueres”, acompañadas por los vaqueros, no quería que los chinorros (parece que se dice chinarros) me dieran el mismo coñazo que cuando fuimos a la catarata del rio Pánica.
El pasar la primera torrentera, con los troncos que había, ya tuvo su mérito, y las raíces que atraviesan el camino a modo de esas cosas que ponen en las ciudades españolas para que por cojones moderes la velocidad, hacían que mi columna fuera crujiendo.
Llegamos, el sitio ideal para construirse una casa y vivir en plena naturaleza y a un paso de la playa.
No estaba Álvaro, y si Vallejos, nica él, que precisamente anoche se me sentó en mi mesa cuando ya me venía y estaba bien cargado de guaro. Ni se acordaba. También tiene allí su rancho.
Mientras Carlos va a por las plantas de café, yo me entretengo en ver por dentro los ranchos. No tengo que describirlos puesto que se ven bien en el video, pero a esto añádele que no tienen corriente, aunque hay una fuente cerca, no tienen agua corriente y por supuesto, ni televisión, ni radio, ni nada que indique que estamos en el siglo XXI.
Cientos de hectáreas que lo rodean eran de los padres, pero de eso toca hablar otro día.
Vuelta por esas preciosas en YouTube.

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Playa de Malpaís descrita por un tico


En mi anterior entrada, decía que pasé videos, imágenes y una canción del celular de Diego al mío. Había escuchado la canción, y visto solo uno de los videos, pero el resto y las imágenes no; hoy lo he hecho y sin adornarlos ni nada los he subido a YouTube. Nunca he dicho que todos los ticos sean igual que él, sino más bien todo lo contrario, que Diego es un ser especial, y sobre todo un niño de la calle y en este video que encabeza esta entrada, se describe perfectamente. Si se pone un poco de atención y se entiende su jerga, se verá su forma de pensar.
Volviendo al video que subí ayer. Alguien me ha dicho que hace muy mal el playback. Ya dije que hice una composición, de un video en el que cantaba otro regatón, al que le quite la voz y le superpuse la canción que había grabado en un estudio; demás sabía que no iba a salir nada bien, pero esperar a Diego para volver a gravarlo es como esperar el fin del mundo de los mayas. También a YouTube para que se vea lo que cantaba en él.
En todos, y sin venir a cuento le sale el regetón.
Como pronosticaba el nicky, probablemente no lo volveré a ver, y espero que sea lo único, porque tengo perfectamente claro que a mí me respeta. La última vez que paso por aquí, mientras me duchaba, el me espero. Fue contándole a todo el que pudo como confiaba en él, lo había dejado “cuidando” la computadora, la cámara, el celular y demás. Ni el mismo se lo creía.

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Diego y su reguetón. Ocho cuatro de Franco Big


Años ha que lo , y son varias las que he escrito sobre Diego, la hace relativamente poco.
Volvió a desaparecer, y temí lo peor, pero un día hablando con Julio, me dice que está trabajando en Malpaís, y que está muy formal.
Por esta época del año en Costa Rica son las vacaciones. Coinciden las navidades y el verano. Ayer, me voy para mi playa y me lo encuentro en el super.
¿Qué? ¿De nuevo por aquí?
Si, ha parado la obra en la que estaba y voy a ver a mi familia.
Como es lógico nos sentamos en la mesa y ya me explica algo de su vida.
Esta mañana empecé a trabajar a las seis, pero no se crea, con un mazo rompiendo piedras, después cogí la bicicleta (dice que le ha costado 500.000 colones, cosa que no creo), y aunque pudiera llegar a Paquera, he decidido hacer noche aquí.
¿Dónde vas a dormir?
En Cabinas El Bosque.
No me lo puedo creer, Diego pagando por dormir en una cabina.
Me enseña el regalo que lleva para su madre, un celular, y en estas estaba cuando me dice que voy a ser el primero en escuchar algo, y me pone su canción.
Que tiene una facilidad enorme para improvisar a ritmo de reguetón, ya lo sabía, pero esta tenía música y efectos especiales. Ya me explica que tenía un amigo que trabajaba en unos estudios y en ellos lo había gravado.
Sé que los celulares, llevan un programa con el que puedes pasar imágenes videos y demás sin mediación de cables, le digo que me pase no solo la canción, sino otros videos e imágenes que me enseño. No sabía, llamo a Valentina, una niña de diez años, nos mira con cara de decirnos: ¡Vaya par de torpes!, nos enseña cómo es y seguimos nosotros.
Diego es como es, está trabajando pero sigue siendo no solo un elemento que se las sabe todas, sino que para él es normal, algo así como traficar con marihuana (para nada estoy diciendo que lo haga) o robar ciertas cosas.
Me acompaña hasta mi casa, venia sin camisa, me pide una prestada y me dije, adiós a la misma. Lo digo porque no tenía claro si esta mañana continuaba ruta o se quedaba unos días en Tambor, y ha sido lo primero, y supongo que lo hizo bastante temprano.
Se lo advertí, que posiblemente con lo que me había dejado haría una composición y lo subiría a YouTube.

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De personajes extraños. Jart


La verdad es que últimamente estoy jodido, mi puñetera columna no tiene arreglo. Ya estuve en mi Quiropráctico y esperaba salir más derecho que un clavo, pero, aunque bastante mejor, aún sigo con un dolor constante en la parte lumbar que hace que tenga un cabreo continuo. Mira por donde, aparece Carlos y después de prepararse un café, nos sentamos fuera y hablamos de Baltodano al que mientras preparaba el dichoso smartphone, para poder hacerle una foto, me desapareció. Y ya que lo he mencionado, merece unas letras. Este personaje, ya mayor, con barba blanca, acaba de salir de la cárcel, y no se le ocurre venir a otro sitio que a Tambor, donde también vive , al que le cortó de un machetazo un brazo.
Bien, como decía estaba hablando con Carlos y dice que le van a traer un libro, que fue lo único que se trajo de España y que trata sobre la marihuana. Bienvenido sea el libro, pero al irse me he quedado pensando en Jart, otro personaje del que no he hablado y que es tan curioso o más que William y que Baltodano. Sin querer lo he relacionado con la marihuana, porque dicen que se la recomendaba a sus hijos en vez de que fumaran tabaco.
Jart es gringo, pero me hablaban de él como de un hippie y después de verlo en unas fiestas de Tambor, no me quedaba ninguna duda, pero es un hippie muy sui generis. De hecho con los pocos españoles que he hablado aquí, fue en el super y me preguntaron que donde vivía, pensaban visitarlo. Hablamos un poco del tema y me vinieron a decir que iban a conocerlo porque era una referencia para los que pensaban como él.


Apareció por Tambor hace bastantes años en un catamarán con su mujer y sus hijos, y en él vivió bastante tiempo, pero se enteró que estaban construyendo un hotel en la montaña que da a Playa de los Muertos, y él como buen amante de la naturaleza, va con ser hippie, la compró para que no rompieran el paisaje. A la pregunta que de dónde sacó el dinero, no va mucho eso con ser de esa forma de pensar, me dijeron que se dedicaba a la informática y que con ella había hecho parné. Algo de verdad debe de ser, puesto que más de uno me ha dicho que tiene una especie de taller dedicado a la misma.
Cada vez que tenía oportunidad, investigaba sobre él.

Me dicen que el Bahía, restaurante del muelle, es suyo, y ya me empiezo a escamar.
Hablo con gente de Pochote y resulta que la mayoría no lo pueden ver. Uno de ellos me cuenta que fueron a (por cierto que quiere que le digan Playa de los Vivos) en una panga a coger un poco de arena para hacer mezcla para un cuarto de baño (es arena blanca) y, según ellos salió hecho un fiera y los hecho. ¿Sabéis los miles de años que han pasado para hacerse esa arena? Les dijo. Estos volvieron sin arena, pero no muy conformes y entre copa y copa de guaro decidieron volver a por ella pero esta vez con machetes y con rifles (Hay o había caza furtiva de venados por esta zona) y le dijeron en tico que se acercara si tenía cojones. Otros me han contado que no quería que a esa playa fuera nadie y tuvo que intervenir la municipalidad explicándole, que en Costa Rica, la playa es de los ticos. No acabó aquí la cosa, cuando llegaba alguien él se paseaba delante de ellos en pelotas, por lo que, en especial si había niños, era una provocación más que evidente. La última vez que estuve allí, un poco antes de que nos viniéramos apareció una jauría de perros, empecé a llamar al que me parecía el jefe de la manada, acudió y lo acaricie. No sé si los mando para que nos asustáramos, ni si los perros eran bravos.


Cuando ya estábamos en la panga, pasó revista a la playa como si de un sargento se tratara.


Duerme en una hamaca y solo come productos naturales. Me entretengo en ver una imagen del satélite y veo que si duerme en semejante sitio es porque quiere, porque bastantes edificaciones quedaron de lo que iba a ser hotel. También que tenía una piscinilla, y a mí me parece olímpica.
Buscando la forma de ir a Playa Ventanas, me explicaron por el camino que tenía que hacerlo, les dije que había una cancela, perdón un portón, y que tenía una cadena y un buen candado. Ese hijo de puta de Jart, otra vez ha cerrado el camino, y él sabe muy bien que el camino es público.
En fin, la sensación que tengo, es que es un hippie con las ínsulas de los gringos.
La verdad es que he pensado en más cosas después de irse Carlos. En la muerte de Kennedy, en el mayo del 68 y en la frase que se me gravo entre ceja y ceja, la imaginación al poder, y lo he relacionado con nuestro y en cómo pasan los años. Puede que algún día escriba sobre esto, porque lo que es tocar, toca.

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Lloviendo en Tambor de Puntarenas


Las noticias que me llegan digamos del inframundo, no hay forma de verlas como debería ser. No ya como los ticos, sino al menos en plan pasota.
Acababa de escribir en este digamos mi muro de las lamentaciones, la entrada anterior, me ducho y me voy para mi playa. No a playa Javi como dice Javier que se llama, sino a Playa Tambor. Ya he adelantado una hora la de irme, porque por mucho que me digan que aquí está llegando el verano, los días van acortando y mi principal idea es ver el atardecer/anochecer, que si no tanto como en la visita que hice en días anteriores al riachuelo de Santa Fe, sí que me relajan bastante.
Solo sentarme en mi mesa, veo un nubarrón negro que aparecía por encima del lagarto de estribor.
Pensando en que iba a llover, decido tomar una secuencia de imágenes en las que se pudiera observar como se acercaba la lluvia, pero una vez tomada la primera, caían gotas como chuzos (no busques, significa , no todos han conocido a los serenos), tan es así que solo me quedaba refugiarme en Los Gitanos (unos 30 metros) pero lo suficiente para ponerme chorreando.
Según la gente de por aquí, el agua de lluvia resfría, no por cierto a los chavales que jugaban una mejenga, que no solo no pararon su juego, sino que les vendría muy bien.
Escampa un poco y decido venir a cambiarme, no vayamos a que me resfrié de verdad. Para entrar en el Súper había que hacerlo en panga.
No es que esto sea una anormalidad por estos mundos, más bien todo lo contrario.
Dudaba si volver de nuevo, pero cae otro aguacero, así que me pongo a subir el vídeo que tome en Los Gitanos de la lluvia. Tampoco me he sido muy fácil, porque en plena faena estaba, cuando ha llegado Javier desde Atenas para reponer el producto de su nuevo negocio, y entre contarme como le va y su forma de ver el mundo, no ha habido forma de hacer nada.



Por cierto, piensa hacer unas pegatinas, para colocarlas en las bolsas y se empeño que le hiciera una foto. Tuve que hacer estas apañadas. Al final, entre estas dos va a elegir, aunque casi seguro es la primera porque se ve la bandera tica.

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El arbolito de Tambor de Puntarenas


Había decidido dejar a fisioterapeutas, quiroprácticos y demás curanderos e intentar arreglarme por mi cuenta mi musculo de la espalda, o la columna, o lo que puñetas sea que me tiene hecho una alcayata. Como no, pensé en la natación y mi primer baño haciendo lo que yo creía que me aliviaba mas fue en una piscina.
Sería la farmacia del cerebro, pero a la mañana siguiente me encontraba bastante mejor, por lo que no me lo pensé mucho, cogí mis bártulos y me fui a la playa. No me retiré mucho, en la misma desembocadura del rio, me tiré al agua y a hacer los ejercicios que al parecer tan bien me habían ido. Cuando se lo cuento a Vanessa, me dice que estoy loco, que podía haberme comido un cocodrilo y yendo solo donde me iban a buscar, por lo que esta mañana dice de llevarme ella en el carro y se las piensa a donde ir: A Tangomar no porque hay mucha resaca, así que vamos a ir al camino del arbolito. Se viene con nosotros Cinia.


Pasamos el muelle casas de los pescadores y el carro ya no tenía camino, así que continuamos andando.



Aun hay mas casas de pescadores que no había visto, las dejamos atrás y nos introducimos en pleno bosque. El camino discurría a unos quince metros del mar pero la vegetación impedía verlo.


El bosque, la vegetación. Ya con esta son tres las cámaras que tengo desde la primera vez que llegue a Costa Rica y ninguna de ellas ha conseguido captar la realidad. Una cosa es lo que mi vista percibe allí, puede que acompañado de los otros sentidos, y otra la que se ve en la imagen (sale iluminada la parte alta dando la sensación de que no estás cubierto). Nada que ver.
Disfruto como un enano con este paseo. ¿Cómo no se me había ocurrido antes ir al arbolito por este camino? Lo dicho, aquí todos los días hay algo que descubrir.


El follaje se va abriendo por la izquierda y observo que ya estamos casi a la altura de la cabeza del lagarto.



El camino pasa a discurrir por la playa y antes de que vuelva a introducirse nuevamente en la espesura, paramos y dejamos los pocos bártulos que llevábamos.
Me baño y me arrepiento de no haberme traído las gafas y las aletas. El agua estaba transparente, aunque me sigue llamando la atención la poca o ninguna vida que hay en los roquedos.


Sentados en un troco estábamos, cuando aparece Toro que viene de su tarea diaria, la pesca de langostas y otros a pulmón libre, se sienta con nosotros y charlamos. También aprovecha para desayunar.


Unos diez Kgs de langosta es lo que traía.
-Buena pesca, le digo.
-Que va, si solo he estado un rato.
Antes de irse nos deja una bolsa de plástico con cambute, ostras y colas de langostas pequeñas.


Cinia que de eso sabe un rato, se pone a preparar un ceviche, cortándolo todo sobre una piedra. La idea era comérnoslo allí.
-Pero vamos a ver, ¿no hay que dejar que se cocine en limón?
-Eso es en los bares, como de verdad esta bueno es así.
Me da a probar un trozo de cambute, que yo creo estaba vivo, y verdad es que estaba riquísimo.
Deciden que hay que echarle algunos aliños, hablan de cebolla, aunque al final, a la vuelta, me tocó a mi ir al Súper a por ellos y traje chile jalopeño, limones y las citadas cebollas.
A desandar lo andado. Además el cielo amenazaba lluvia. Vuelta a coger el carro y en menos de media hora habíamos almorzado. Ceviche por supuesto.

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Del cansancio extremo a cantar al atardecer


La verdad es que el dejar de escribir mi diario de toda la vida (aquellos de papel y que por su culpa se está generando la deforestación del planeta) me está creando una cierta obligación con este otro, el digital. El primero raras veces lo consultaba para acordarme de algo, pero no sé si el alzheimer, o que estoy en plan demasiado pasota, que a preguntas como ¿cuánto hace que volviste a Costa Rica?, no tengo ni puñetera idea y cuando vuelvo por aquí me entra la curiosidad y lo consulto. ¿Cuál sería la obligación? Que ahora considero que todo lo que sea reseñable debo escribirlo. Pero y ¿qué es reseñable? ¡Y yo que sé..!
Y ya puestos el por qué no reseño el cómo va mi cansancio extremo. Bien, volví de Puntarenas y al día siguiente, me levanto y ¡dios!, no estoy cansado. Llega el medio día y me como un hermoso pargo. No es que tuviera hambre, pero me lo como.


Yo creo que estoy sobrevitaminado. Píldora de complejo vitamínico por la mañana tomada con un zumo de naranja en el cual disuelvo una ampolla que será de hierro o más vitaminas, vete tú a saber, y cada tres o cuatro días mi médico/cirujano me mete otra ración en la vena disuelto en suero. Lo dicho, que me van a salir las vitaminas por las orejas. En teoría tenía que haberlo visto hoy, contesto esta mañana con voz de haberlo despertado, dejo de contestar y cuando lo hizo a mas de las once me dijo que fuera mañana. Me imagino que después de ver los análisis (doy por supuesto que están bien) y de ver que como y mis piernas ya aguantan el peso de mi cuerpo, me bajara la dosis. Habrá sido un tratamiento de choque.
Por cierto también me han dicho que en Paquera hay otra fisioterapeuta. No sé si ir a verla o esperar a que venga mi amigo el escocés que fue el que más derecho me dejó.
Ayer domingo. El que sea este día, al menos en la playa no es que sea un día especial. Mas o menos siempre estamos los mismos en las mesas, pero ayer todas estaban ocupadas, en especial la mía, sobre la que ya creo tener algún derecho. También es verdad que han vuelto a abrir Los Gitanos, que desde que volví es la tercera vez que lo han cerrado. Les digo que aquí también ha llegado la crisis y no me creen. Ven el mundo desde una perspectiva, que los que hemos sido sometidos al lavado de cerebro que podríamos llamar occidental, jamás lo veremos. Si no que se lo digan a Giovanni, que después de habérsele muerto Mari, haber ido a las bananeras del Atlántico, haberle dado una paliza con costuras en la cara, y todo para quitarle un celular, me lo cuenta como si fuera de lo más normal y que gracias a su dios, el está muy bien y encontrará trabajo, porque como este mes no pague la pensión de su hija ya va a la cárcel definitivamente (ya estuvo una noche y pagaron los padres).
Decía que las mesas estaban ocupadas, pero Marcos, me tenía reservado sitio en la que estaba. ¿Qué iba a ser de él sin los dos o tres cigarros que se fuma a mi costa? También se sienta con nosotros Verónica. Eduardo, después de saludarnos, pasa a la mesa supuestamente mía en la que estaba una familia con todos sus miembros incluyendo a la vieja, su comida sobre la misma y como no una buena botella de guaro. Eran dos los que tocaban la guitarra pero no es mucho tiempo el que tarda Eduardo en hacerse con ella.


Creo que escribí sobre Eduardo (¡maldito alzheimer!). Ingeniero Agrónomo, director de banco, aunque ahora vive del dinero que ha hecho Cristina, su mujer, pero lo que más me llama la atención sobre él es su desparpajo. Son muy pocas las veces que viene por la playa, pero cuando lo hace a mi me encanta hablar con él. A mí me llama español.
No es que la fiesta estuviera desanimada, pero él le dio otro ambiente y al ver que lo estaba fotografiando, no tardo en arrastrar de todos hacia la mesa en la que estábamos. Si eres español y sobre todo andaluz, estas condenado de por vida. Todo el mundo va a dar por supuesto que cantas muy bien y es lo que me pedían. ¡Yo!, que no soy capaz de cantar ni aquello de tengo una vaca lechera…


Lo cierto es que pasamos un rato muy agradable.


Se nos fue el Pichi y ahora tenemos gato.

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Breve historia de Carlos, emigrante tico a Alemania/Europa


Alguien en su día me dijo: Lo de Carlos es una pena, había que intentar recuperarlo. La persona que me lo dijo no puede llevarlo a cabo, por lo que me dije voy a intentar cumplir sus deseos, pero ¿Carlos es recuperable? Y... ¿recuperable para qué? No opino. Carlos es como es, con una vitalidad fuera de lo normal, y cuando esta se le vaya acabando, puede que encuentre el camino que tanto ha buscado. Capacidades le sobran.
Carlos nació en un lugar en el que aun en estos días esta aislado del progreso. En la Costa Rica profunda. Su familia vivía de la agricultura y de la ganadería. El patriarca era el abuelo. Una vez este le dijo cuando aun tenia seis años: Carlos, esta ternera es suya. Carlos la cuidó, me imagino como, pero un día se encontró que la ternera, o ya vaca, no estaba. El abuelo la había vendido junto con otras sin darle ninguna explicación. Esto marcó a Carlos. Viviendo en el clan familiar nunca nada iba a ser suyo, ni tendría la libertad que ha sido una constante en su vida. No veía claro que en aquel lugar se pudiesen cumplir sus ambiciones, por lo que a la corta edad de trece años huyo de su casa.
Entre otras cosas estuvo recogiendo café en las plantaciones. En San José, conoció a una taiwanesa, con la que estableció relaciones. No solo lo surtía de dinero sino de la mercadería con la que negociaba su familia.
No se si la madre lo busco, o se lo encontró, pero lo cierto es que lo hizo volver a su casa. Se caso con una muchacha con la que tuvo dos hijos, pero ni con mucho era el amor de su vida. Carlos no es hombre de una sola mujer y ya había conocido el mundo que ambicionaba, por lo que no quería echar atrás. Pidió el divorcio que le concedieron y nuevamente carretera y manta.
Se desplazó a una zona del país que ya por aquella época estaba en plena efervescencia turística. No tardo en conocer a una joven gringa y le entro la fiebre de emigrar a Los Estados. Quedo en hacerlo por tierra. No se como estaban los coyotes por aquella época, pero el se topó con algo mas peligroso, con el ejercito sandinista y acabo en la cárcel. Quizás fuera comprendiendo que sus ansias de progreso no serian tan fáciles.´
Volvió y conoció a una alemana que rápidamente hizo ligas con él. Las mujeres, otra constante en la vida de Carlos. Ha ido de mujer en mujer como el que va de flor en flor. Algo les daba que las enamoraba y este, llamémosle don, lo conserva.
La alemana estuvo un corto tiempo, pero volvió, yo creo que con la idea de llevárselo a su país, cosa que consiguió. Por estas fechas tenia una novia tica, incluso adinerada, puesto que le pidió mil dólares con no se que pretexto para pagarse el viaje y se los dio, aunque algo fallo, esta se entero de lo que pretendía y se los tuvo que devolver. Mil dólares en aquella época era un buen dinero.
Carlos quería volar y al final lo hizo.
Tengo que aclarar que la alemana había nacido en la Alemania del este, allí tuvo un papel de comisaria política o algo similar, cuando cayó el muro estudio periodismo y los padres aprovechando el descontrol de la reunificación, hicieron negocios más bien ilegales que le reportaron bastante dinero.
La piba lo llevo a Dinamarca a casarse con él. Sus motivos tendría.
Carlos en Alemania descubrió un sistema de vida, que no era el que hasta ahora conocía. El choque de civilizaciones debió ser brutal. Ya para encontrar trabajo le exigían que diera clases de alemán, idioma que aprendió bastante bien y el trabajo lo consiguió en el restaurante de un gringo que quería implantar allí la comida mexicana. Lo mando a Estados Unidos a hacer unos cursos y desde allí se traslado a México para algo relacionado con el negocio.
Menciona como gran maestro suyo a un cocinero italiano, un genio del arte de la cocina, pero que antes de acabar su misión diaria estaba grogis por la heroína. No seria el primer artista, escritor o músico que han recurrido a las drogas para inspirarse, pero sigamos.
El matrimonio iba mal. Ella no quería que saliera solo, celosa, le gustaba exhibirlo entre sus amistades y que le cortaran las alas no iba con él.
Me habla de que la ciudad solo oscurecer moría; no había un alma por las calles, excepto en una discoteca, donde se reunian, no precisamente alemanes sino una gran cantidad de emigrantes de todas las nacionalidades y razas. Para nada era gente inculta sino todo lo contrario. Creo aquel punto de reunión fue una gran universidad para Carlos, pero ya aquí empiezo a decir que no la supo aprovechar.
Llegó el divorcio, muy claro que tenía que llegar, no sin que antes hubiera un hijo de ambos. Curiosamente ese hijo reside en España, concretamente en Barcelona, donde la madre ejerce de profesora de ruso.
A todo esto Carlos ya había puesto su propio negocio, un restaurante, con ayudas del estado, cervecerías y demás proveedores. En Alemania nadie regala nada y para pagar estas ayudas había que trabajar duro, aunque el seguía acudiendo a su centro de reunión, o sea a la discoteca. Estaba viendo la luz al final del túnel, para de verdad verle ganancias al negocio, pero por una causa que no llego a entender, le hacia falta la firma de la que fue su mujer y esta no quiso dársela. Se hundieron todos sus proyectos.
Algo salvo de la quema, por lo que intento montar otro, esta vez con un socio, pero unos errores de cálculo, lo llevaron de nuevo al fracaso.
Había conocido los dos extremos, la vida cuadrangular y esforzada de los alemanes, y la llamémosle tipo hippy de sus reuniones. La primera después de muchos esfuerzos, renunciando a sus costumbres, al final no le había reportado nada así que el por que no seguir la segunda.
Durante esta época no solo conoció Alemania, sino que también visito algunos países de norte y centroeuropa, pero terminó recalando en España y su lugar lo encontró en Granada en las cuevas del Sacromonte en donde vivió varios años. Continuó camino. Conoció Jaén, Sevilla, Marbella, Cádiz, Huelva y como no, Marruecos.
Pero Carlos, ¿con una española estuviste en Mallorca? No, aquella era francesa. Por cierto recuerdo lo que en su día me contó, que en el aeropuerto les robaron todo lo que habían ganado.
-¡Dios, Carlos!, ¿con cuantas mujeres has estado?
-Cuatro francesas, dos polacas, tres rusas…
-¿Y españolas?
-Ni se imagina como iban las Erasmus por Europa. Parecían que fueran pidiendo guerra aquellas chiquitas. Algo no les daban en su tierra.
Ha ido de mujer en mujer como el que va de flor en flor, decía al principio.
No se si en sus reuniones o con una gringa que estuvo en el Sacromonte, aprendió ingles, no tan bien como el alemán, pero yo lo he visto mantener conversaciones bastante fluidas en este idioma
Carlos tenía visa para trabajar en Alemania, pero no consiguió la nacionalidad. En España varias veces le pidieron la documentación que ya la tenia caducada, pero los policías, ni puta idea de alemán, por lo que iba vadeando una clandestinidad peligrosa. Un policía sospecho de algo, al verlo dudar el quiso darle explicaciones del por qué estaba caducada y fue su perdición.
Lo volvieron a su país.
Carlos detesta a los extranjeros, deduzco el por qué, y a los ticos, no comprende que no sepan aprovechar sus conocimientos. Es un buen profesional de la cocina y con dos idiomas aparte del materno y en un país turístico como es Costa Rica, es para que aprovecharan su experiencia.
Ha hecho un curso de guía turístico y en la actualidad vive vendiéndoles tours a los turistas, pero la crisis también ha llegado aquí y el trabajo no va muy bien que digamos.
Caso curioso: Lo de ir picando flores sigue siendo lo suyo, pero una mujer que quería saber quien era el padre de su hijo, puso en picota a siete y la paternidad comprobada mediante ADN, le toco a Carlos.
Es amante de la naturaleza y de los animales, pero en su contra tiene un pronto que lo hace perder puntos en momentos decisivos.
No se baja del pedestal. Esta convencido que tiene potencial para ser rico, o como mínimo para tener un negocio que le resuelva el resto de su vida, pero los arboles no le dejan ver el bosque. Cuando hablamos de estos temas el siempre trae a colación la frase: Perro que lame huesos no engorda.
Es mucho más lo que podría contar de Carlos.

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